Hemos tenido la oportunidad de probar el LG G8X a nivel de fotografía. Antes de trabajar con él no éramos capaces de imaginar qué posibilidades iba a darnos la segunda pantalla (algunas son evidentes, otras no tanto), y aspectos como el enfoque o el abanico de opciones del disparo manual son bastante versátiles, así como las funciones de la IA.
LG G8X ThinQ Smart phone Dual Screen
¿Qué iluminación teníamos durante los reportajes?
Ha sido una semana nubosa con días sin luz solar directa, pero con una iluminación ambiental muy marcada. Veremos que todo esto es importante. La radiación difusa, la que es emitida a nivel atmosférico fruto de la dispersión, está tan presente que ni siquiera hay sombras en el parque donde hemos acudido en varias ocasiones, o estas son tenues.
Son unas condiciones bastante malas para hacer fotografías porque la luz viene de todas direcciones y resulta complicado gestionarla o dar con los ajustes de colorimetría adecuados. Por si fuera poco, hay formación de bruma a nivel del suelo a menos de 50 metros que, combinado, da cierto ambiente de irrealidad. Las condiciones son tan precarias que en realidad se trata del ambiente perfecto para probar una cámara. Empecemos por qué hacer con una segunda pantalla.
Usos interesantes de la segunda pantalla
Hemos comprobado cómo la segunda pantalla da bastante juego. No se trata de una mera ampliación de pantalla de 6,4” a 12,8”, que también, sino que nos ha servido como elemento de apoyo para mejorar algunas técnicas de fotografía o vídeo. Y para ponernos creativos.
Así, por ejemplo, puede ser usado como trípode improvisado en varias posiciones diferentes, sirve de pantalla auxiliar si la dirección de la cámara del smartphone es perpendicular a nuestra línea de visión, y puede ser usada para mantener una segunda imagen con el objetivo de copiar o imitar una toma.
Pantalla y vista en direcciones diferentes
Arriba podemos ver uno de los usos más evidentes para la segunda pantalla. La fotografía de la derecha, a ras de suelo, ha sido tomada de rodillas, colocando la cámara de 12 MP en dirección paralela al suelo mientras que la pantalla secundaria se coloca en perpendicular a esta, hacia nosotros. ¿La alternativa? Tirarse por el suelo para hacer una fotografía de rasante, o jugársela con un palo selfie con el que disparar sin terminar de apuntar con precisión.
La ventaja de esta segunda pantalla es que podremos configurar el modo de disparo sin necesidad de ensuciarnos en demasía. Y algo parecido ocurre con las alturas. Elevar el móvil por encima de la multitud, o tratar de captar una fotografía en picado, es más fácil cuando uno ve a lo que está apuntando. Para muestra, un botón, la única diferencia de ambas fotos es la altura del móvil:
Elevar el teléfono no solo nos da una mayor visibilidad en eventos. También amplía el área horizontal y le da definición. Véase el arco que forma el camino, más abierto en la fotografía de la derecha. Cosas de la trigonometría. Aquí, la segunda pantalla hace las veces de la pantalla auxiliar de las cámaras reflex (aunque su tamaño de la pantalla del LG G8X es mucho mayor y más versátil).
Improvisar un trípode usando las dos pantallas
Disponer de un formato libro fijo (la bisagra guarda la posición) nos ayuda a elegir una disposición y mantenerla. Situado sobre un objeto rígido, como es el caso del banco de abajo, hace las veces de trípode improvisado ya sea ubicando el teléfono en vertical como en horizontal (más estable y menos susceptible al viento).
Esta forma de trabajar es muy útil si viajamos solos y necesitamos una cámara estable pero no disponemos trípode. Atentos al truco que observamos más abajo (disculpadme aquí por la definición, que con la mano izquierda uno da para lo que da) en el que usamos la segunda pantalla como anclaje tipo “clip” sobre una pantalla de ordenador. El mismo mecanismo valdría para una estantería, una balda o cualquier otro elemento de mobiliario horizontal.
Si somos youtubers y buscamos un sistema de grabación portátil a bajo coste, ya lo hemos encontrado. Si viajamos mucho y posteamos en Instagram, también. El LG G8X es una herramienta perfecta tanto para el usuario medio como el avanzado que usa el teléfono a nivel profesional.
Por cierto, el puño levantado de la imagen de arriba no es una reivindicación política, sino el modo en que se activa el contador de tres segundos de las instantáneas, una forma de disparo gestual que también puede activarse con el rostro, liberando nuestras manos y permitiéndonos disparar sin mando.
Imagen de referencia en una de las pantallas
En la imagen de arriba podemos observar cómo el LG G8X Dual Screen apunta con su pantalla principal a un libro que está “posando”. En la pantalla secundaria se encuentra la aplicación de cámara, mientras que en la principal (alineada con la vista de quien tomará la fotografía) hemos situado una fotografía tipo que orienta la futura instantánea, en este caso tomada minutos antes. Esto nos permite hacer dos fotografías muy parecidas.
En este ejemplo hay un libro pero pensemos ampliar esto a paisajes o rostros. Este teléfono, además, cuenta con un modo retrato muy completo. Contar con un ejemplo puede ayudarnos a mejorar nuestras técnicas de fotografía, así como a mantener un mismo estilo visual en una colección. Será más fácil comparar ambas instantáneas si las tenemos expuestas una junto a la otra.
Así se comporta el gran angular 136°
Ya hemos hablado sobre la forma de maximizar la segunda pantalla. Hablemos ahora de las características de las cámaras. El LG G8X Dual Screen dispone de una lente gran angular con la que captar hasta 136º de arco. Mientras que la lente convencional tiene 78º y hasta 12 MP con una apertura de f/1.8; la lente gran angular alcanza los f/2.4. De hecho, en la segunda fotografía inferior no hemos corregido la iluminación mediante inteligencia artificial. En su lugar hemos realizado la toma en manual para poder comparar. Y se nota la luz.
Podemos ver cómo la lente de 78º captura cierta cantidad de luz, multiplicándose de forma notable cuando lo exponemos, a la fuerza, a una apertura mayor. El cielo de la imagen inferior muestra lo comentado al inicio sobre radiación difusa: los árboles apenas tienen sombra. Activando el modo IA incorporado en el terminal, la apertura se ajusta a la luz ambiente. Pero pasemos a manual.
Un modo manual totalmente completo
El LG G8X no tiene nada que envidiar a muchas cámaras digitales. En su modo manual encontraremos un gran número de opciones que van desde el ajuste del zoom a la colorimetría o la corrección de luminosidad a través del control de la apertura. También podremos visualizar un estabilizador de imagen y un nivel al estilo del HUD de aviación (sobre la horizontal).
También podremos añadir filtros y correcciones de color predefinidas (opción Graphy) para días luminosos u oscuros, interiores, cielos nocturnos, calles, anochecer, personas, paisajes y otras tantas posibilidades. Es una forma rápida de corregir la imagen sin necesidad de conocer cada pormenor técnico de la fotografía.
Enfoque adaptativo de gran precisión
Uno de los puntos que más nos ha llamado la atención ha sido el funcionamiento del enfoque adaptativo. Abajo vemos un foto-montaje en el cual se marca, mediante una línea punteada, el punto de aplicación del foco. Esta aplicación tiene una granularidad impresionante, pudiendo establecer qué fondo constituirá nuestro marco y difuminando los objetos fuera del mismo.
Las fotografías de arriba han sido disparadas usando la segunda pantalla como trípode horizontal. Abajo volvemos a realizar el experimento, esta vez en campo abierto y comparando grandes distancias con el modo macro. El resultado de la calidad de enfoque habla por sí mismo. Misma toma, mismos ajustes por defecto y corrección mediante IA, pero diferente punto táctil en la pantalla:
Y, ya que ese día estábamos probando el acercamiento a objetos pequeños, hacemos varios disparos a monedas, hojas y plantas, sin usar ningún tipo de filtro más allá de la optimización mediante IA, en cuclillas y con el móvil en vilo. No se observa ningún desplazamiento, mezcla de colores o pérdida de definición en algún punto.
Modo espejo: fotografía colaborativa
El modo espejo es una particularidad de este terminal. Permite, una vez abierta 360º la pantalla secundaria, usarla para mostrar la pantalla principal en modo cámara. De este modo la persona a la que estamos haciendo una fotografía también puede ver cómo va quedando, convirtiendo así la foto es una actividad colaborativa, y evitando repetir tomas.
Edición de imagen: ¿qué puedo hacer con un Android?
Prácticamente cualquier cosa, especialmente si disponemos de un lapicero táctil, aunque también nos valdrá con el dedo. La imagen de abajo muestra una captura de Adobe Photoshop Express, probablemente uno de los programas de edición más usados en Android seguido de Adobe Photoshop Fix.
Ambos gratuitos, se diferencian en que el primero es bueno aplicando diferentes filtros y el segundo añadiendo retoques y pequeñas correcciones. Y, si queremos corregir la iluminación, Adobe Lightroom nos ayudará mucho. Si hemos hecho las fotos en modo automático con la IA activada, el LG G8X la aplica de forma automática, pero en modo manual podemos llegar a equivocarnos.
Se trata de un terminal que sirve tanto de cámara como de plataforma de edición, añadiendo opciones adicionales al incorporar su segunda pantalla abatible que, por cierto, sirve de protección para ambas pantallas. Lo cual es importante a nivel de cuidado del terminal, especialmente si es nuestra herramienta de trabajo.
Imágenes | Editorial