¿De verdad voy a aprovechar un monitor ultrapanorámico? Esta es una pregunta que se hacen muchos jugadores cuando se lanzan a la caza de una nueva pantalla y empiezan a considerar sus exigencias. Es una duda normal. La migración a 21:9 puede despertar ciertas dudas, pero solo hasta que uno considera que el formato UltraWide nace para poner fin a las configuraciones multimonitor que no siempre llegan a cubrir todas nuestras necesidades.
Si bien antiguamente eran pocos los juegos compatibles con pantallas UltraWide, actualmente todos los juegos modernos incorporan soporte para 21:9. Y no solo eso, sino que muchos han sido desarrollados para sacar partido a monitores como el LG 34GL750, que con sus 34 pulgadas ultrapanorámicas proporciona una experiencia radicalmente distinta. Es, de hecho, la mejor forma de disfrutar algunos de los mejores juegos del momento.
- Amplía un 32% tu superficie útil gracias al formato 21:9 UltraWide™
- 1ms de velocidad de respuesta gracias a la tecnología Motion Blur Reduction
- Juega más fluido con frecuencia de actualización de 144Hz
- Tecnología RADEON FreeSync™ para disfrutar de toda la acción sin parpadeos
- Interacción en tiempo real y sin retrasos gracias a Dynamic Action Sync (DAS Mode)
Y no es una hipérbole, sino un hecho constatable. Estos títulos lo demuestran.
Hellblade: Senua’s Sacrifice
No es el juego más rápido o adrenalínico, pero posiblemente sí es uno de los más impresionantes desde un punto de vista puramente estético. Hellblade: Senua’s Sacrifice sorprende por el magistral uso del claroscuro, el encuadre de la acción y el súbito brote de acentos de color en un mundo oscuro, por no decir tenebroso.
En muchos aspectos Hellblade tiene más de película que de juego, y por tanto no debería sorprender que su enfoque cinematográfico se disfrute al máximo en un formato anamórfico. Las ocasionales explosiones de color resultan además especialmente vivas gracias al uso de un panel Nano IPS, que proporciona un cromatismo elevado junto a un negro adecuadamente profundo.
Doom
No debería ser una sorpresa que los juegos en primera persona resulten más inmersivos gracias al panel 21:9 del LG 34GL750. Lo que a lo mejor no resulta igual de evidente es lo apretados que se sienten cuando regresas a un monitor 16:9. El último episodio de Doom resulta especialmente iluminador; no solo nos mete en la acción usando una pantalla UltraWide, sino que proporciona una indiscutible ventaja nivel de jugabilidad.
La capacidad para aumentar nuestro FOV sin reducir a artimañas extrañas que deterioran la relación de aspecto de la imagen se traduce en un mayor campo de visión para evitar ataques furtivos. De esta forma resulta mucho más fácil esquivarlos y se elevan a un nuevo nivel las mecánicas de un juego que ya de por sí se presta a una acción rápida y desmedida.
Por si no tuviéramos ya ganas de que llegara Doom Eternal…
The Witcher 3: Wild Hunt
CDPR no es un desarrollador cualquiera. El mimo y la granularidad de sus propuestas alcanza todas las facetas de los juegos del estudio polaco, y no hay mejor demostración que el insondable universo de The Witcher. El Continente creado por CDPR no es un simple mapa con bosques y páramos; la posición de cada roca y arbusto ha sido estudiada cuidadosamente, y hasta la estructura de los poblados sigue una lógica que poco tiene que ver con la vista en el mundo de los videojuegos.
The Witcher 3 se beneficia del formato UltraWide no tanto en el combate como por su capacidad para sumergirnos en el universo de las novelas de Andrzej Sapkowski. Es un mundo vivo y repleto de pequeños detalles que no dejan de descubrirse con cada partida. Poder disfrutar de un total de 3440 x 1440 píxeles ayuda (y mucho) a captar toda la esencia de esta obra maestra.
Si Witcher 3 ya se ve de escándalo con un monitor UltraWide, piensa ahora en lo que CDPR nos debe estar preparando con Cyberpunk 2077…
Assassin’s Creed: Origins
Hablar de Assassin’s Creed: Origins es meternos en un terreno minado de spoilers. No es ninguna sorpresa dada la trayectoria de la saga. Lo que a lo mejor sí llama la atención es el hecho de que un juego tan centrado en la verticalidad se beneficie tanto del uso de un monitor 21:9. Y sin embargo, así es.
El formato UltraWide permite al jugador apreciar mejor un entorno tan vasto que desde las alturas se diría infinito, ayudándonos mejor a localizar nuestros desplazamientos. También hace posible disfrutar de unas vistas absolutamente alucinantes, por no decir sin comparación posible. Una forma brillante de transmitir la grandiosidad del antiguo Egipto.
Como colofón, podemos decir que Assassin’s Creed: Origins saca además especial partido al refresco adaptativo G-Sync. Además de reducir las fluctuaciones de fotogramas, elimina un tearing que de otra forma sería especialmente molesto al rotar la cámara.
Project CARS
Ya desde antes de Outrun, los desarrolladores de videojuegos han usado todo tipo de triquiñuelas para simular la sensación de velocidad. Cámaras pegadas al suelo, scrolls sin relación alguna con la realidad, estelas en los focos traseros… Nada de esto se acerca a la inmersión y el realismo que proporciona la visión periférica de un monitor 21:9 como el LG 34GL750.
Esta afirmación no admite réplica alguna tras una sesión de juego a Project CARS. La capacidad para apreciar todo el horizonte de forma totalmente natural eleva el disfrute a nuevas cotas, mientras que el refresco G-Sync se encarga de pulir visualmente un juego que por su misma esencia no admite ralentizaciones ni problemas de stuttering.
¿El único problema? Si aún no tenías volante ni pedalier, esa será tu próxima compra. Garantizado.
Ventajas que van más allá de los videojuegos
Con todo, los beneficios del LG 34GL750 y el formato 21:9 UltraWide van más allá del ocio. Como decíamos al principio, este tipo de pantallas sustituyen en cierta medida las configuraciones multimonitor, así que también son una brillante forma de mejorar nuestra productividad. Todo ello sin desagradables marcos centrales ni necesidad de utilizar dos salidas de vídeo.
La ventaja más obvia del formato 21:9 es que su mayor horizontalidad permite programar o editar grandes archivos de texto con múltiples ventanas abiertas, sin necesidad de minimizarlas o alternar entre las mismas.
Una pantalla más horizontal, colores más fidedignos y un refresco de 144 Hz son características que pueden resultar deseables para sacar provecho a los juegos más explosivos, pero que sin duda también se pueden explotar cuando toca aparcar los FPS durante unos instantes para hacer algo más productivo. Una prueba más de que los monitores gaming son válidos para mucho más que pegar tiros o quemar rueda.
Imágenes | LG