Recuerdo cuando compré mi primer módulo Smart TV para transformar un viejo plasma en un televisor inteligente… o en algo parecido, muy alejado de las Smart TV actuales con inteligencia artificial y 4K. El televisor ha saltado en poco más de una década a través de gran cantidad de tecnologías que lo han renovado con cada salto exponencial. Hoy día, mi televisor piensa.
En los últimos años he pasado por mejoras de usabilidad, acceso, control parental, así como un largo etcétera de mejoras en la calidad de imagen y sonido, un menor consumo o más velocidad. Pero desde hace tiempo buscaba algo más.
¿Qué había de la inteligencia del televisor? En esto también hemos dado un salto importante, con énfasis en los televisores LG OLED TV, los primeros que incorporan inteligencia artificial.
- Inteligencia Artificial Real
- Procesador Inteligente α9 de 14 Bits
- 100% formatos HDR del mercado
- Procesador Inteligente α7 de 12 Bits
- Sonido Dolby Atmos Full 360º
- Negro puro, colores más brillantes
Este televisor me entiende, y sabe lo que digo
Últimamente se coloca la etiqueta de “smart” a un objeto cuando se le añade un procesador lo suficientemente potente. Sin embargo, eso no quiere decir que el objeto piense o tenga inteligencia tal y como la entendemos las personas.
Pero la potencia de cálculo y el modo en que esta se aprovecha sí implica que algunos televisores ya son más inteligentes que muchos de los teléfonos móviles que llevamos en el bolsillo. Algunos pueden incluso entendernos si les hablamos, como me ocurre con mi nuevo televisor.
Es un televisor LG OLED TV, que incorpora en toda su gama IA capaz de escuchar lo que tenemos que decir para, escuchándonos, realizar algunas acciones por nosotros.
Si los asistentes de voz han marcado un hito en los hogares, ya adelanto que incorporar Google Assistant al televisor aporta un plus considerable. Con esta gama de televisores podemos coger el mando e interactuar no solo con el televisor, sino con un universo de dispositivos conectados, como un termostato.
¿Qué puedo pedirle ya al televisor?
Me ha pasado, y probablemente a ti también: enciendo el televisor con ánimo de ver «algo», pero no sé muy bien qué. Una película, quizá, pero no sabría decir cuál. Hay tanta oferta que el elegir me tiene bloqueado unos segundos, hasta que recuerdo que tengo un mando Magic Control.
Lo cojo, le pido «busca películas de Navidad» y automáticamente el procesador conectado a internet hace el resto. La IA del televisor se pone a pensar y, tras bucear unos segundos en las bases de datos, en mi pantalla 4K aparecen varias alternativas. Por supuesto, la inteligencia artificial va mucho más allá.
Mi televisor también puede buscar los programas de noticias que más me interesan con una orden de voz (al igual que ocurre con algunos asistentes), e incluso puede reproducir fragmentos cortos de audio y vídeo en streaming para tenerme actualizado. Desde hace unas semanas, lo primero que hago al llegar a casa es preguntar al televisor por las últimas noticias.
Además, cuando no me convence la configuración de emisión de una película, serie o programa, le pido a la IA que ofrezca la mejor configuración y esta la adapta al contenido. Por ejemplo, «pon el modo cine» cuando voy a ver una película, algo para lo que soy bastante purista.
También puedo interactuar con el televisor y preguntarle datos sobre el programa que estoy viendo, como quién es el director o los actores; así como saber cuándo volverán a echar el mismo contenido en televisión o solicitar al televisor que se apague al finalizar el mismo, evitando un gasto de energía innecesario en caso de que nos hayamos dormido mi pareja y yo. Somos de los que se quedan fritos a última hora del día, y nos vamos a ahorrar un dinero en luz.
Esta IA conecta el televisor con mi casa
Más allá de las funcionalidades propias de un televisor, lo que me ha parecido más interesante de LG OLED TV es la capacidad de convertirse en un objeto más del IoT de mi hogar y controlar los pocos dispositivos conectados que tengo, como el termostato o las luces.
Esto es posible gracias a la oportunidad que dan los objetos conectados en red. Al igual que dispositivos como Google Home son capaces de controlar la lavadora o decirle a nuestro robot aspirador que se detenga, ahora los televisores LG incorporan IA capaz de hablar los protocolos de un número creciente de dispositivos.
Esto significa que puedo pedirle al televisor que suba la calefacción en mitad de una película (creedme, cuando tienes la tecnología, la usas) o que ponga las luces al mínimo sin levantarte del sofá. Durante los últimos años he visto cómo diferentes objetos se conectaban al smartphone vía WiFi con aplicaciones como LG Smart ThinQ. Ahora, también es un nodo de conexión «maestro» capaz de recibir y enviar órdenes a la vivienda, y ya tengo pensado adquirir a futuro algún automatismo más. Quizá en unos años pueda remodelar la casa en segundos usando simplemente la voz.
¿Qué podrá hacer la IA en el futuro?
Lo cierto es que me hace ilusión ir descubriendo qué puede hacer el televisor, y también leer sobre las capacidades que irá adquiriendo en los próximos meses y años. El hecho de tener un televisor capaz de pensar hace posible que vaya sumando nuevas funcionalidades no solo en modelos nuevos, sino en los que ya están en el mercado, y en los hogares como el mío.
Si he invertido en un LG OLED TV es porque vía internet recibiré mejoras constantes en aplicaciones y funcionalidades, y el modo de actualizarlo es sencillo. Abajo muestro la tienda de aplicaciones de LG, que se maneja de un modo tan intuitivo como cualquier Android o iOS. Buscas, instalas, y disfrutas de la aplicación.
La mayoría de los usuarios tenemos un hogar de baja domotización: tenemos conectada la climatización, el Hombot, y quizá las luces. Sin embargo, los electrodomésticos, las cámaras de vigilancia, alarmas, enchufes y persianas, entre otros elementos, se están integrando rápidamente en el IoT, y en cuanto los cambie podré dar órdenes de manera directa o bien usar la tecnología de Google Assistant integrada en el televisor.
El límite, como podemos ver en el vídeo de arriba, lo pone la imaginación de los desarrolladores. Pero, mientras añado funciones a mi vivienda, puedo disfrutar de la inteligencia artificial y de procesadores como el α9 (no incorporado en todos los televisores LG), para mejorar la imagen en tiempo real.
¿Cómo mejora la imagen el α9?
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Reducir el ruido en la imagen. Es decir, procesar la imagen para que esta resulte más uniforme, aumentando su calidad. Por ejemplo, ante una fuente luminosa en la pantalla, como el Sol que vemos abajo, es capaz de eliminar la granularidad que dan ciertas ondas cáusticas (se llaman así) y conseguir entornos limpios y suaves. En televisores LG OLED 4K lo hace gracias a la tecnología Quad Step.
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Aumentar la profundidad de la imagen gracias a un complejo proceso en tiempo real de “recorte” de contornos y aumento de su nitidez. ¿Qué significa esto en la práctica? La imagen gana volumen y da la impresión de que esta tiene tacto. Por tanto, el realismo aumenta y con él la sensación de inmersión.
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Mejorar del color hacia tonos más precisos, como los que encontramos en la naturaleza. Conseguir que una pantalla emita en los mismos colores que vemos las personas en la calle es muy complicado. Las técnicas de grabación son incapaces de captarlo todo como lo hacen nuestros ojos y, hasta ahora, las pantallas no eran capaces de emitirlos en el espectro correcto. Con el procesador α9, los colores son corregidos justo antes de que surjan de la pantalla, y debido a eso aparecen de forma más realista y viva.
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Ajustar de la emisión de imagen a tasas de refresco de 120 fps. Esto hace que los movimientos dentro del televisor luzcan más realistas y no avancen a trompicones, especialmente en escenas rápidas como cuando vemos un partido o en una persecución de película. Un aumento de frames per second nos aportan más credibilidad a la imagen.
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Aportar un extra de nitidez a la imagen, definiendo algunas escenas borrosas. Todos los puntos anteriores aportan definición a la imagen y, por tanto, nitidez. Esto significa que, cuando se mueva un objeto por la pantalla, no veremos una estela de su color tras él. Al ver una película, por ejemplo, los colores de las personas y los objetos permanecerán dentro de sus contornos.
La IA escucha: un modo natural de comunicarse
Se habla mucho del procesamiento de imagen con respecto a la IA, y sin duda es un punto importante. No lo es menos que el televisor sepa qué estoy diciendo y me entienda. Hablar fue el primer modo en que las personas nos comunicamos, muchos cientos de miles de años atrás, y hoy es un placer poder solicitar una función sin tener que teclear.
El lenguaje oral vino mucho antes del escrito, y nuestro cerebro se ha desarrollado para interactuar hablando. Es decir, hablar es un modo más natural de relacionarse que pulsando botones. Esto, tan lógico, hasta hace poco era ciencia ficción. Ahora, gracias al Magic Control de LG y la IA, los televisores de última generación potencian el procesado del lenguaje natural que ya uso a diario.
Además, este tipo de usos es relevante no solo por la comodidad que aportan a la mayoría de los usuarios (no creo ser una excepción), sino por la accesibilidad que suman hacia personas con movilidad reducida: ancianos, niños, personas con muletas o que usen sillas de ruedas, etc.
Lentamente, la tecnología se hace más y más inclusiva para todos, y facilita su uso a quien antes le era imposible manejarla. El asistente por voz en lugar de la botonera son un buen ejemplo. También que una IA que configure por nosotros los cientos de parámetros que incluye el televisor. Por mi parte puedo asegurar que no soy ningún experto en imagen y, sin embargo, sí puedo apreciar las mejoras que observo con este televisor.
A esto se suma que el factor social de la tecnología va más allá de reunir a la familia frente al televisor para ver un estreno en Netflix: las marcas que diseñan y fabrican estos dispositivos buscan poner su granito de arena en nuestra vida, por ejemplo, sumándose a retos como el Smart Green de LG para minimizar el impacto en el medio ambiente reduciendo el CO2, el uso de agua o el consumo eléctrico. Reto con el cual me identifico.
Imágenes | iStock/LightFieldStudios, iStock/Solovyova, LG