Estamos en un momento complicado de cara a la continuidad de las tareas que habitualmente desarrollamos en nuestro día a día. Con todo, la tecnología está mostrando que tiene, no solo el potencial, sino la capacidad real y tangible de ayudarnos a mantener esa continuidad, aunque sea de un modo digital y conectado en vez de presencial y sensorial.
Esta capacidad real depende tanto de las aplicaciones y servicios con los que contamos para mantener esa continuidad como del hardware en el que instalemos y usemos esas apps y servicios. Y ese hardware tiene en el smartphone la herramienta personal de productividad por antonomasia. Es cierto que los portátiles son aliados de la productividad pero los smartphones añaden el matiz de ser herramientas «personales» y están consiguiendo ocupar el rol que en su día las tabletas fueron incapaces de arrebatar al portátil.
En última instancia, las tabletas introducían un tercer dispositivo en la ecuación de la movilidad junto al smartphone y el portátil. Y llevar tres dispositivos no es una opción, salvo que las tabletas consiguieran eliminar de la ecuación a los portátiles, lo cual no es el caso.
Smartphones: mejorando lo pasado
Sin embargo, un smartphone “mejorado” en algunos aspectos puede perfectamente convivir con los portátiles, al tiempo que asumiendo un mayor número de responsabilidades que hagan que sea menos necesario recurrir al laptop para resolver tareas habituales en el contexto del trabajo y el ocio.
Los móviles con pantalla plegable enfocados en el aumento del tamaño efectivo de la pantalla van enfocados en esta dirección, pero pecan de un defecto que ya mostraban las tabletas: añaden peso a la experiencia móvil, al tiempo que aumentan las dimensiones de los dispositivos. Los fabricantes se han pasado años invirtiendo millones de dólares en la reducción de un mero milímetro en el grosor de sus terminales, y con las pantallas plegables se añaden varios milímetros sin que haya posibilidad de dejarlos en casa cuando no se necesitan.
LG, sin embargo, ha optado por aumentar el tamaño de la pantalla de un modo ingenioso, simple y elegante: añadiendo una segunda pantalla en forma de accesorio/funda de quita y pon.
Asumiendo más responsabilidades
En el día a día de nuestro trabajo, una segunda pantalla como la del LG G8X ThinQ permite liberar al portátil de una buena cantidad de tareas que, de otro modo, sería más cómodo realizar con un laptop. Por poner un ejemplo: el cambio de tareas en un smartphone convencional es tedioso y requiere invertir incluso varios segundos cambiando entre una aplicación y otra.
Por otro lado, muchas tareas profesionales dependen del uso de más de una aplicación o servicio al mismo tiempo. Sin ir más lejos, las tareas ofimáticas, la gestión de redes sociales, tareas de formación y educativas o la creación de contenidos multimedia se llevan a cabo de forma habitual, en los portátiles, paralelamente en escenarios multiventana.
El uso de una doble pantalla en un smartphone abre las puertas de la productividad con mayúsculas a estos dispositivos cuando usemos aplicaciones profesionales y corporativas en escenarios de multitarea real.
Trabajo en equipo y productividad
Las opciones para trabajar en equipo tienen en herramientas como Microsoft Teams un buen exponente. Además, Microsoft lo ha puesto gratuitamente a disposición de quienes lo necesiten durante el tiempo en el que haya que estar confinados en los domicilios, teletrabajando en todos aquellos casos en los que se pueda.
Slack es otra plataforma que habitualmente se usa para coordinar equipos de trabajo. Son dos ejemplos en los que la doble pantalla de terminales como el LG G8X ThinQ permite que el uso de estas plataformas en el smartphone no suponga un problema y puedan mantenerse abiertas sin que interfieran con el acceso a otras apps y servicios en la otra pantalla.
Así, podemos estar trabajando con presentaciones o documentos en una pantalla mientras recibimos feedback a través de las plataformas de trabajo colaborativo en otra, con la posibilidad de copiar y pegar entre aplicaciones en diferentes pantallas, o acceder fácilmente a archivos y documentos para compartirlos.
Plataformas cloud: el navegador es la puerta
Si contamos con una doble pantalla y dedicamos una al acceso a plataformas cloud para la autoría y edición de documentos, mientras usamos la otra para trabajar localmente con fotos, apps de mensajería, redes sociales o incluso de edición de fotos y vídeos, podremos abordar con un smartphone como el LG G8X ThinQ tareas que no requieran de un trabajo exhaustivo con un teclado o un ratón dedicados. Por ende, no necesitaremos del portátil cada vez que se requiera una revisión o la autoría de contenidos que no sean excesivamente complejos.
Estas plataformas cloud pasan por Microsoft y Office 365, Google Docs o Zoho entre otras. Zoho es una plataforma menos conocida y popular, pero igualmente funcional y completa. Microsoft cuenta también con una suite de aplicaciones para su instalación local, eso sí. Aunque el acceso web también permite editar y crear documentos de texto, hojas de cálculo o presentaciones.
Estas plataformas / suites también facilitan la gestión de calendarios, tareas y correos electrónicos, por supuesto.
Sin una doble pantalla, cualquier tarea, por simple que sea, más allá de usar una única aplicación como el correo o el navegador, requerirá del uso de un portátil para que sea abordada de forma efectiva. La doble pantalla permite que podamos enfrentarnos a ellas con una comodidad suficiente.
Reuniones, conferencias y telepresencia
Otras de las tareas que cuentan con soluciones «digitales» para eventualidades en las que las modalidades presenciales no son posibles, son las relacionadas con las reuniones y conferencias. En este caso, hablamos de tareas en las que es recomendable contar con una cámara y sonido, junto con una buena conectividad para participar en dichas reuniones y eventos.
Zoom o Skype son dos de las herramientas más usadas para ello. Y tienen su versión para smartphone que, de un modo especial, se beneficia de la doble pantalla del LG G8X ThinQ para ofrecer una experiencia de uso sin fricciones con otras apps que se desee usar durante las reuniones.
Una de las pantallas se puede dedicar al visionado de otros participantes, mientras la otra se dedica a otras tareas como la gestión de archivos, redacción de notas o edición de documentos compartidos. Con una única pantalla serían inviable a nivel práctico usar el smartphone y nos veríamos abocados a usar un portátil para que la productividad no se viera mermada.
Autoría y edición multimedia: un paso en la buena dirección
Tradicionalmente la edición de fotos y vídeos ha estado fuera del ámbito de los smartphones. Pero en los últimos tiempos empieza a ser posible delegar algunas de estas tareas en los móviles.
La edición de fotos, por ejemplo, cobra sentido gracias a programas como Photoshop o Lightroom de Adobe para móviles. Su disponibilidad en la tienda de aplicaciones aún no es generalizada, aunque es posible encontrar estas apps en tiendas alternativas de aplicaciones. Snapseed lleva más tiempo siendo la referencia en la edición de imágenes en el smartphone, aunque en las aplicaciones de Adobe encontramos herramientas como la de reducción de ruido.
Estas aplicaciones se benefician de la doble pantalla, no tanto por el uso de las dos a la vez, sino por la posibilidad de interacción entre ambas pantallas, como la selección de imágenes en una de ellas para editarlas en la otra. De hecho, transfiriendo las fotos desde nuestra cámara profesional al smartphone, sería posible realizar gran parte de las tareas de selección, edición y envío de fotos en escenarios profesionales sin necesidad de recurrir a un portátil.
La edición de vídeo empieza a entrar en el repertorio de actividades que se pueden abordar con un smartphone. Adobe, con Premiere Rush y Premiere Clip está apretando el acelerador aunque aún no están disponibles de manera generalizada para todos los dispositivos, mientras que otras apps como Quik son familiares para los amantes de la edición de vídeo “on the go”.
De nuevo, la doble pantalla permite aumentar el área efectiva de trabajo o usar dos aplicaciones al mismo tiempo, lo cual permitiría tener la línea de tiempos siempre activa en una de ellas mientras elegimos clips o compartimos contenidos en la otra.
Redes sociales: mejor cuantas más pantallas
Las redes sociales se han convertido en una profesión para muchos. Y la clave de su éxito y su adopción generalizada está en su ubiquidad tanto para el consumo de contenidos como para la creación, o en la conectividad generalizada a través de redes móviles. El smartphone es perfecto en la parte de la conectividad, pero la interacción con la audiencia no ha sido, tradicionalmente, una actividad favorable a los teléfonos móviles.
Hacer comentarios mientras se emite en directo un vídeo o un podcast, así como responder a stories o crear estas stories, son tareas que en móviles con una pantalla únicamente no se llevan a cabo tan bien como en un portátil.
Con la doble pantalla del LG G8X ThinQ es posible realizar estas tareas en cualquier parte sin que sea necesario usar un portátil para ello. Profesionales involucrados con las redes sociales encontrarán en un móvil como este una herramienta de gran valor para gestionarlas en cualquier momento y lugar.
Por ejemplo, mientras en una de las dos pantallas se fija la emisión de un vídeo, se puede afrontar la parte textual de edición o comentarios en la otra sin perder de vista en ningún momento el estado de la emisión o las interacciones que se vayan sucediendo. Y sin que haya que elegir qué aplicación se tiene activa y cuál no en un momento dado.
Instagram, YouTube, TikTok o Facebook son algunas de las aplicaciones más populares en el ámbito de las redes sociales. No son aplicaciones que usen la doble pantalla de forma nativa, pero ser capaces de usar más de una aplicación a la vez en escenarios de multitarea real es ya, de por sí, un buen argumento a favor del smartphones con más de una pantalla.
Fotos | LG, capturas de diferentes servicios cloud y apps en la tienda de aplicaciones de Android.