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En España, la garantía mínima legal que un fabricante y vendedor tiene que dar sobre la tecnología que vende es de dos años. Sin embargo, algunos fabricantes asumen que su producto tendrá un mayor valor para el usuario si sobrevive los envites de un plazo de tiempo superior. Fabricantes como LG han logrado extender la garantía comercial de su motor Inverter Direct Drive™ hasta los 10 años, 20 en el caso de su marca Premium LG SIGNATURE.

¿Qué relaciona garantía y medio ambiente?

Los fabricantes y diseñadores de dispositivos cada vez están más interesados en ofrecer productos cuya calidad nos acompañe a lo largo de los años y eviten la marca negra de la obsolescencia programada que se dio en algunos productos hace tiempo. El motivo principal es una preocupación sincera por el medio ambiente. Y es que si la tecnología es capaz de durar más, su impacto sobre el medio ambiente será menor.

Un ejemplo de ecoeficiencia usando una bombilla

Invertir en objetos duraderos es clave a la hora de cuidar el medio ambiente, y vamos a comprobarlo con un cálculo muy sencillo y usando dos bombillas. Por ejemplo, una bombilla de bajo consumo de las que todavía tienes en casa y que tiene un consumo de 20W (vatios) y una bombilla LED de 10W con los mismos lúmenes (potencia luminosa) que has visto en una tienda. La opción que parece lógica es la de reciclar la de bajo consumo e instalar cuanto antes el LED, ¿verdad?

Pero, ¿qué ocurre con la energía necesaria para fabricar y reciclar la primera bombilla? Supongamos, dado que hay mucha dispersión entre fabricantes, que fabricar una bombilla de bajo consumo cuesta 150.000 Wh (vatios-hora, unidad de energía), y que reciclarla para fabricar otro objeto costará 50.000 Wh en el futuro. ¿Sigue siendo inteligente tirar una bombilla funcional y enviarla a reciclar? Podemos hacer algún cálculo.

Por ejemplo, la diferencia de consumo entre ambas bombillas es de 10W, que es bastante si venimos de una de 20W. Sin embargo, nos podemos hacer la siguiente pregunta: ¿Cuántas horas puedo mantener la bombilla de bajo consumo para justificar el coste de fabricación y reciclado? La cuenta es fácil:

(150.000Wh+50.000Wh)/10W = 20.000 horas

También podríamos tener en cuenta el año de fabricación y las horas que ya la hemos usado, para restarlas. Así, después de funcionar 20.000 horas será coherente cambiar la bombilla de bajo consumo por una LED, dado que habremos amortizado el coste de fabricarla. Por supuesto, podemos hacer el cálculo todo lo complejo que deseemos y con números menos redondeados, aunque obtener datos realistas es complicado.

Bienes durables tienen un menor impacto

Lo óptimo suele ser esperar a que la bombilla de bajo consumo llegue al final de su vida útil y se funda, o de otro modo estaremos “tirando a la basura” buena parte de la energía que costó fabricarla, así como acercando al presente el coste de la energía que costará reciclarla. El reciclaje es, sin duda, la opción deseable para la bombilla de bajo consumo, pero cuanto más tardemos en reciclarla mejor aprovechado estará su impacto ambiental.

Invertir en lavadoras durables es invertir en medio ambiente

Si hemos puesto el ejemplo de la bombilla es porque es un objeto sencillo, pero podemos trasladar el mismo concepto a otros dispositivos más complejos como una lavadora. A la hora de comprar la siguiente lavadora, ¿iremos a lo barato, el corto plazo y duraciones de pocos años o, por contra, invertiremos en un electrodoméstico que nos dure más tiempo y nos ayude a ahorrar?

Existe una relación entre ahorro y cuidado del medio ambiente

A menudo duración y ahorro son puntos comunes. Con la bombilla LED hemos visto cómo el consumo baja a la mitad. Hoy día hay ocurre algo similar con las lavadoras. Si a esto le sumamos que la garantía del motor es de 10 años en lugar de los dos obligatorios por ley, tenemos productos de larga duración muy orientados al cuidado del medio ambiente y al ahorro familiar.

Las lavadoras son electrodomésticos que ponemos más de 200 veces al año y, además de usar electricidad, también necesitan agua para funcionar. Lo ideal es que el consumo de ambos elementos sea bajo.

En el ejemplo de arriba podemos observar la etiqueta energética de un modelo concreto de LG, con 12 kg de carga. En ella se muestra la clasificación (A+++) así como el consumo anual estimado (113 kWh).

Objetos más duraderos implican menos gasto anual

Arriba hemos analizado cómo la durabilidad de los objetos hace que su “coste” medioambiental —que puede medirse en vatios, CO2, huella ecológica, litros de agua…— se reduzca considerablemente. ¿Qué hay del coste en euros? ¿Sigue el mismo patrón? Lo cierto es que sí, y aunque la inversión en un electrodoméstico durable puede resultar en principio algo más elevada, al final de su vida útil veremos su impacto positivo en la cuenta de la familia.

Dividir coste entre duración es un modo de calcular la sostenibilidad

El hecho de que el motor Inverter Direct Drive™ tenga una garantía de una década implica que su rotura en ese plazo de tiempo estará asegurada por la marca. Es decir, que esta confía en que algo así no ocurra. El motor ha sido diseñado para que dure, y eso significa que el coste de la lavadora lo podemos repercutir en más años de vida. Este cálculo lo hacemos mucho con los coches, y suele dividirse su coste entre el número de años que esperamos que dure.

Si los motores Inverter Direct Drive™ de LG son capaces de aguantar tan bien el paso del tiempo es porque, al igual que los vehículos eléctricos frente a los diésel o gasolina, su diseño es más sencillo y su mantenimiento más asequible. Por ejemplo, este motor no tiene poleas, ni correas, que puedan romperse. Esta sencillez no solo hace que sea más silencioso, también que tardemos muchos años más en pasar por un “taller” por una avería.

También reduce de forma considerable las vibraciones con las que comúnmente relacionamos a las lavadoras. El motivo técnico es que el tambor y el motor giran sobre el mismo eje, en lugar de tener dos ejes separados unidos por una correa de distribución. Así se evitan diferencias en los giros de ambos, y se puede usar la tecnología para cuidar con más cariño los tejidos, que en el fondo es el objetivo que persiguen las lavadoras.

El cuidado del medio ambiente –y la preocupación de las marcas de fabricantes por este– guarda una relación con la ampliación de la garantía legal. Aquellas marcas que buscan reducir su impacto ambiental y el de los usuarios de sus productos ampliarán la vida útil de sus diseños y facilitarán el mantenimiento de los electrodomésticos que fabriquen, como es el caso de LG.

Imágenes | iStock/Happycity21RawpixeliStock/8213erika

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