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Si escribimos en el buscador de Google «cuál es el mejor monitor gaming para juegos de nueva generación», nos aparecerán distintos modelos. Eso sí, todos ellos estarán equipados con salida HDMI 2.1, resolución 4K, una tasa de refresco de 144Hz y latencia de 1ms de píxel gris a píxel gris. ¿Por qué?

Hay algo que comparten las nuevas Xbox Series X, PlayStation 5, la futura Nintendo Switch Pro e incluso servicios de cloud gaming como Google Stadia o GeForce NOW: una clara apuesta por la resolución 4K, el alto rango dinámico (HDR) en la representación del color y la compatibilidad con tecnologías como RayTracing o Dolby Vision. Y todo ello agrupado dentro de un nuevo estándar de conexión: HDMI 2.1. Por eso, si buscas un monitor capaz de aunar todas esas necesidades, no te olvides de echar un vistazo al LG UltraGear 27GP950.

Un monitor 4K para no perder ni un solo detalle

4K, más una elección, es una obligación para todos aquellos que necesiten un monitor de altas prestaciones. Pensemos en una conexión tan universal como el USB. Hace apenas un lustro, el USB 3.0 (type C) era una rareza de vanguardia. Hoy, prácticamente todos los portátiles, tabletas y smartphones del mercado apuestan por él, sin ignorar su compatibilidad con HDMI y Thunderbolt. 

HDMI 2.0 también estaba genial hace un lustro. Y la diferencia esencial entre ambas tecnologías es clara: HDMI 2.0 permite una tasa de transferencia de 18 Gbps, mientras HDMI 2.1 eleva esa cifra hasta los 48 Gbps. En resumen, se trata de una “tubería virtual” mucho más ancha para que los datos fluyan sin comprimir. En la práctica, esto significa poder jugar a un límite teórico de resolución 10K y una tasa de refresco de 100/120Hz. De locos.

Está claro que se opta por la resolución 4K HDR a 60Hz porque aún no existen consolas capaces de ejecutar juegos a 10K. Sí hay, en Series X, un buen puñado de títulos a 8K. Y la diferencia se nota, vaya que sí: 8K son 7.680 píxeles horizontales y 4.320 píxeles verticales. Unos 33 millones frente a los 8,3 millones de un panel 4K. Sumemos las últimas tecnologías de Alto Rango Dinámico basadas en mapeo de tonos dinámicos y quedará bastante claro.

Incluso si juegas con un monitor 4K no compatible con HDR, te estás perdiendo parte de los matices en cuestión de luz y profundidad de color. Si estás conectado a la entrada HDMI 2.0, la diferencia entre jugar aprovechando al máximo el puerto HDMI 2.1 u optar por un compatible HDMI 2.0 supone un salto visual tan evidente como pasar de un juego de PS3 a uno de PS5. El estándar HDMI 2.1, además, ofrece soporte para los modos automáticos de baja latencia (ALLM) y QFT. Una experiencia de nueva generación.

Una experiencia más realista con un panel NanoIPS

Jugar a 4K es jugar con mayor realismo y comodidad. Da igual si estás ante un hiperrealista Forza Horizon’ o ante el nuevo y colorido ‘Ratchet & Clank’, la meta es idéntica: aprovechar al máximo los valores tecnológicos de estas innovaciones.

El LG UltraGear 27GP950 aspira a esto mismo. Se trata de una solución que no deja nada al azar, ya que estamos ante un monitor de resolución 4K UHD (3840 x 2160) y panel NanoIPS de nueva generación capaz de cubrir más del 98% del espacio de color DCI-P3.

Este panel con velocidad de respuesta de 1ms y una frecuencia de actualización de 144Hz es totalmente compatible con varias tecnología de frecuencia de refresco variable (VRR); entre ellas, tanto la G-Sync de Nvidia como la FreeSync Premium Pro de AMD.

La gran mayoría de tarjetas gráficas actuales son compatibles con ambas, pero LG aún suma un extra con Sphere Lighting 2.0, patente desarrollada por el fabricante que permite apostar por un Video Sync que sincroniza, por ejemplo, los patrones de cambio de imagen con efectos de iluminación en el arco de LEDs del margen trasero del monitor, logrando una evocadora sensación de inmersión.

Saca tu lado más competitivo con tu monitor de 1ms

¿1 milisegundo de tiempo de respuesta? En LG creen que se puede bajar. El tiempo de respuesta es aquel que emplea un píxel en cambiar de un color a otro. Se mide en milisegundos y, para ser justos, se valora en cambios de gris a gris (Grey-to-Grey), tal y como determina el estándar VESA.

Al conseguir 1ms de velocidad de respuesta en un panel NanoIPS con resolución 4K, ya no tenemos que sacrificar la calidad de imagen a costa de un muy buen desempeño. Ambas están garantizadas.

Muchos monitores oscilan en valores de 3 a 5ms, casi imperceptibles por el ojo humano. Tengamos en cuenta que a mayor retardo —o delay—, mayor fatiga visual, impuesta por imágenes lastradas. Un mal flujo de datos redunda en una mala experiencia de juego, debido a los artefactos visuales que surgirán de este problema.

Lo que este monitor de LG garantiza va un paso por delante de los estándares habituales. Por ejemplo, para reducir aún más la latencia en el tránsito de cambio en las escenas, recurre a OD Max, la última iteración de la tecnología Overdrive, que permite aumentar la velocidad en el tiempo de respuesta del monitor, reduciendo tanto el efecto ghosting como el reverse ghosting, que se produce cuando los píxeles tardan demasiado tiempo en asimilar el cambio de color de una escena.

Mediante esta técnica, el tiempo de cambio desciende del milisegundo, evitando tanto las estelas en objetos que se mueven rápidamente como la deformidad del color, el efecto halo y las aberraciones cromáticas no deseadas.

Y, por cierto, este monitor también es compatible con el modo DAS (Dynamic Action Sync), cuyo objetivo es procesar una señal de vídeo sin renderizado para reducir su latencia todo lo posible. Una nitidez que hasta la fecha solo estaba disponible entre la escena competitiva de los eSports.

Una tasa de refresco de 144Hz que te sigue el ritmo

La tasa de refresco es la tercera pata de este taburete. Los mejores monitores son aquellos que ofrecen libertad para configurar y modificar, y el LG UltraGear 27GP950 admite frecuencias de actualización variables que llegan hasta los 144Hz mediante su conexión DisplayPort o hasta los 160Hz haciendo overclocking.

¿Y qué hay de las conexiones cuando necesitas cargar tu teclado o ratón? La competitividad también es esto. El LG UltraGear 27GP950 apuesta por unas dimensiones reducidas, peana sobria y marcos mínimos sin olvidar lo imprescindible: una entrada DisplayPort, dos entradas HDMI 2.1, tres conexiones USB 3.0 (una de entrada y dos de salida) y una entrada minijack para auriculares o altavoces.

Esas dos entradas HDMI 2.1 son la clave; al fin y al cabo, podemos engalanar las palabras, pero no engañar al ojo. Ambas permiten sacar el máximo partido a cualquier gráfica y a las citadas PS5, Xbox Series X y el resto de consolas o servicios que ofrezcan soporte para los 120 fps o tasas desbloqueadas a partir de 60 fps en adelante.

Con esos dos HDMI 2.1, los más ansiosos no tendrán que esperar: podrán conectar de manera simultánea las dos consolas de nueva generación. Y esto es lo que deberíamos pedir a cualquier monitor que se precie de “nueva generación». El LG UltraGear 27GP950 apuesta por ello y por bastante más, incluido el habitual menú de mirillas para shooters, acceso a perfiles programables, etcétera. ¿Por qué aspirar a menos?