No hay que ser muy mayor para haber vivido la evolución en las tarjetas SIM de nuestros teléfonos, pasando a ser cada vez más pequeñas. El objetivo final apunta a hacerlas desaparecer como componente externo y convertirlas en uno más dentro del dispositivo móvil. Cuando hablamos de dispositivo pensamos más allá de los teléfonos, en cualquier gadget que necesite estar conectado a la red de telecomunicaciones de una operadora.
Aquí es donde entra en juego la eSIM, también conocida como ‘SIM virtual’. Pero antes de contaros en detalle cómo es la alternativa que va tomando forma, tenemos que conocer bien de dónde partimos: la SIM original y sus sucesoras son tarjetas que almacenan de forma segura nuestro acceso al servicio de una operadora móvil. Es nuestra forma de identificarnos ante la red.
Lo primero que entró en nuestros teléfonos fue una SIM con el tamaño de una tarjeta de crédito y no fue hasta 1996, con la llegada de la mini-SIM, que presenciamos un recorte importante en tamaño. Los siguientes saltos ya fueron más pequeños: en 2003 conocimos a la micro-SIM y en 2012 la nano-SIM. En la siguiente imagen podéis comprobar la evolución en tamaño, con la eSIM en el extremo derecho:
La SIM en definitiva es el corazón de cualquier teléfono móvil y la necesidad de hacerlas más pequeñas no es únicamente por conseguir más espacio en el dispositivo, también por ganar en flexibilidad de funcionamiento, como comprobaremos a continuación.
¿Qué es una eSIM?
La eSIM irá reemplazando poco a poco a las actuales tarjetas, contemplándose como un paso más en la evolución, pero realmente es un cambio importante a nivel físico al pasar a estar integrada en los propios dispositivos. Sí, la eSIM es un componente interno más en un teléfono móvil, tablet o coche conectado.
Nos olvidaremos de una tarjeta física y ganaremos un nuevo componente dentro de los dispositivos
Curiosamente una eSIM utiliza la misma interfaz eléctrica que sus hermanas mayores, pero está soldada en la placa base del gadget y pasa a ser irremplazable.
Desde el punto de vista técnico es interesante conocer que la eSIM sigue manteniendo el ICCID, un número que identifica a la tarjeta como única. Algunos lo reconoceréis con facilidad, era el número que quedaba justo al lado del chip o el logo del operador.
¿Quién apoya el cambio?
Que el cambio se haga efectivo es cuestión de tiempo ya que las partes implicadas en su desarrollo y aplicación son los principales protagonistas de la industria móvil. Es cierto que la cosa debería haber avanzado más desde 2016, momento en el que se fomentó la implantación de eSIM, pero también hay intereses encontrados que hacen que todo no vaya tan rápido como esperaban.
Por una parte tenemos a la asociación GSMA, que aglutina a los operadores más importantes del mercado mundial – Vodafone, Movistar, Orange -, por otra a los fabricantes de dispositivos y componentes: LG, Microsoft, Qualcomm, Huawei, etc. Todos están interesados en el cambio.
Esta nueva tecnología no va a faltar en el catálogo LG, la filosofía de producto de la marca se basa en estrenar las últimas tecnologías de la industria, algo que estamos viviendo con las cámaras múltiples o las pantallas ultrapanorámicas. Así se va a repetir con la conectividad 5G y eSIM, ya que LG forma parte de las asociaciones que desarrollan estas tecnologías.
La responsabilidad de LG por estar a la última nunca va a romper el equilibrio y se van a diseñar productos energéticamente eficientes, con el mínimo impacto en el medio ambiente. Las comunicaciones y componentes que las hacen posibles tienen que ser fiables pero al mismo tiempo se tiene que luchar por estar en las cifras más bajas en emisiones EMF en cara y cuerpo, como señala el índice SAR.
Las múltiples ventajas de una eSIM
La eSIM está llamada a transformar nuestras comunicaciones, añadiendo nuevos usos en dispositivos que no se pueden conectar en movilidad a la red de redes, y proporcionando una mejor experiencia de cara a la gestión de los servicios de los operadores. Vamos a conocer algunas ventajas:
1. Un número, varios dispositivos
Utilizar un número en cuantos dispositivos nos deje el operador. El número estará asociado a un contrato, pero podemos tener varios teléfonos o wearables que hagan uso de él, olvidándonos de las tarjetas SIM.
Es algo que ahora mismo se puede conseguir con una multiSIM, pero digamos que el proceso se hace mucho más sencillo con el sistema eSIM.
2. Más dispositivos conectados
El chip es bastante más pequeño y no tenemos la necesidad de contar con un sistema de bandeja al ir integrado en la placa. Con esto conseguimos que sea más fácil verlo en todo tipo de dispositivos IoT que necesiten estar conectados vía operadora.
En el caso concreto de los teléfonos móviles también ayuda a ahorrar espacio interior y crear diseños más limpios, sin ranuras alrededor del teléfono.
3. Más de un número en un mismo teléfono
Vale, actualmente existen los teléfonos Dual SIM, pero de nuevo podemos considerar más flexible y sencillo que toda la gestión se realice vía software, sin meter ni sacar nada de nuestro teléfono. Será especialmente interesante cuando los números sean de diferentes operadores.
Inicialmente se habla de un único número funcionando, pero también se está contemplando la posibilidad de varios números operando de forma simultánea.
4. Facilidades entre mercados
Para los que viajan con asiduidad entre mercados que no tienen ningún tipo de acuerdo sobre el roaming, podemos pensar en la posibilidad de contratar online una tarifa y que directamente se integre en el teléfono. Obviamente esto siempre tendrá que tener un control relacionado con la identificación del individuo, pero en todo caso flexibilidad las operaciones.
5. Portabilidades más rápidas
Teóricamente será más sencillo cambiar de oferta y operador con una eSIM. Solo habría que decirle al nuevo servicio cuál es la numeración de tu eSIM, o lo que es lo mismo, el citado número ICCID.
Introduciéndose en todo tipo de dispositivos
Por raro que parezca, los operadores y fabricantes de dispositivos han decidido que el primer paso se tiene que dar en otros tipos de gadgets, antes que en teléfonos. De hecho hemos visto algunos ejemplos en el mercado mundial que apuestan también por las tablets antes que los teléfonos.
Los primeros casos que se pueden encontrar en el mercado de teléfonos se remontan al año pasado, en el mercado norteamericano y en un escenario que podíamos considerar en pruebas. La responsable en estrenar una eSIM fue la operadora Project Fi.
¿Existe algún problema con los teléfonos actuales?
Poco a poco eSIM irá ganando terreno, pero no parece haber mucha prisa por parte de operadores en realizar el cambio, así que los teléfonos actuales seguirán teniendo soporte durante muchos años: no faltarán tarjetas nanoSIM y formas de gestionarlas.
La expansión tendrá lugar en 2019
Un par de años más tarde lo que la industria pronosticaba, pero sin dudas en su implantación. El próximo Mobile World Congress de Barcelona será un buen termómetro para darnos cuenta del despegue durante el año que viene, allí esperamos ver teléfonos, tablets y wearables, tampoco será raro ver la tecnología dentro de portátiles conectados.
Imágenes | Hello Future | iFixit | MobilMania.cz
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