El Black Friday ha llegado. No, todavía no estamos en el último viernes de noviembre, pero como los polvorones de Navidad, que el día menos pensado llegarán al súper en agosto, numerosas tiendas cuelgan sus ofertas cada vez con más antelación.
Y somos muy golosos, por lo que es posible que, abrumados por los descuentos, terminemos comprando un monitor fijándonos solamente en la rebaja. Lo cual puede ser un error.
Dicho esto, encontrar el monitor que más nos conviene es realmente simple: solo tenemos que conocer nuestras necesidades y ordenarlas por prioridades. Porque no es lo mismo un monitor solo para jugar que otro para los que han hecho del Excel una nueva categoría de eSports. Y eso hay que tenerlo claro.
Características
- Cuando juegas a 240Hz, cambia la historia.
- Con los monitores gaming de LG podrás disfrutar de la mejor experiencia de juego con la mayor calidad de imagen y sonido. Pensado para los apasionados de los videojuegos.
Monitores gaming: ¿y tú a qué juegas?
La oferta de monitores gaming es abrumadora. LG ofrece una amplia gama de pantallas pensada en distintos tipo de uso y posibilidades presupuestarias, por lo que hay que saber bien lo que buscamos. Por ejemplo, un monitor para los fans de la estrategia real y los MOBA no tiene por qué ser el más adecuado para FPS competitivos. Y lo contrario no es menos cierto, así que hay que tener cuidado.
Por otro lado, y como ya hemos comentado anteriormente, un monitor gaming tampoco tiene por qué ser solo para juegos. El uso de paneles IPS con un amplio espectro cromático hace que sean interesantes a la hora de editar fotografías o vídeo, mientras que el formato ultrapanorámico puede ser muy práctico a la hora de manejar múltiples ventanas al mismo tiempo.
Empezando por estos últimos, los monitores Gaming UltraWide como el LG 34UM69G-B de 34 pulgadas se caracterizan por ofrecer un 32% más de campo de visión con respecto al típico 16:9.
Por sus características son especialmente indicados si te gustan los juegos de simulación o en tercera persona, puesto que se puede apreciar una mayor cantidad de escenario. Por otra parte, muchos FPS aún no soportan este formato e incluso están prohibidos en algunas al llegar a proporcionar una ventaja competitiva injusta (pero ssssssh, nadie sabe qué monitor usas en casa).
Si por el contrario nos gustan los juegos de acción en primera persona o pensamos meternos muy en serio en esto de los eSports, los 16:9 son nuestra mejor opción. Un panel Full HD garantizará un rendimiento óptimo al exprimir menos la tarjeta gráfica, aunque actualmente el estándar se mueve hacia los 2560×1440 de modelos como el espectacular LG 27GK750F-B, un monitor Gaming UltraGear de 27 pulgadas, que además se distingue por funcionar a nada menos que 240 Hz.
El refresco es otro punto importante. No importa si te gustan los FPS o los juegos de estrategia: salvo que lo tuyo sean las novelas visuales, cuantos más hercios mejor.
Recordemos que los hercios expresan el número de veces que la pantalla renueva la imagen por segundo, por lo que para disfrutar a tope por encima de los 60 FPS deberemos contar con un monitor de refresco elevado. Además, un monitor de 120 o 240 Hz evita que se emborrone la imagen cuando hay mucho movimiento en pantalla.
Por último deberíamos considerar el refresco adaptativo. Si tienes una tarjeta gráfica AMD, siempre deberás comprar un monitor compatible con FreeSync para poder disfrutar de esta revolucionaria prestación gracias a la cual se evita el tearing y se mejora la fluidez. Si por el contrario eres usuario de Nvidia, busca la etiqueta G-Sync.
Generalmente solo los monitores más avanzados y de mayor categoría son compatibles con G-Sync. El LG 34GK950G-B, como modelo Gaming UltraWide, es uno de ellos.
Nos gustaría hacer especial énfasis en este aspecto, puesto que mucha gente compra el monitor a tontas y a locas, solo para descubrir que luego no puede sacarle todo el partido al usar una tarjeta gráfica incompatible.
Presta mucha atención a la descripción técnica y no te dejes guiar solo por la foto, puesto que en ocasiones podemos encontrarnos con dos versiones diferentes de un mismo monitor, una con FreeSync y otra con G-Sync.
Monitores para trabajar: el formato y los colores pueden ser la clave
Si por el contrario estamos buscando un monitor para trabajar con él o buscamos darle un uso mixto, nuestras consideraciones serán otras. Por ejemplo, si queremos retocar fotografías, dibujar o editar vídeo seguramente querremos un modelo de pantalla plana para conservar la imagen tal cual. La inmersión no es en estos casos tan importante como poder mostrar una imagen con precisión clínica.
También deben ser precisos los colores. Presta atención a la corrección del color y la capacidad para cubrir el espacio sRGB. Así sabrás que tu monitor es capaz de plasmar el máximo número de colores posibles con la máxima fidelidad, garantizando un resultado final lo más exacto posible.
Un ejemplo muy bueno sería el LG 34WK95U-W, un versátil 5K UltraFine que usa un panel Nano IPS y es compatible con la norma DisplayHDR 600. No en vano es el primer monitor 5K2K y además cuenta con formato 21:9. Por sus prestaciones es especialmente indicado para foto y vídeo. Modelos 4K como el LG 27UK650-W también son una buena opción.
Por otro lado, los monitores UltraWide son especialmente prácticos a la hora de manejar múltiples aplicaciones. Todos los modelos 21:9 de LG permiten dividir la pantalla en varias partes, de forma que es posible crear configuraciones multimonitor virtuales o conectar un portátil mientras lo usamos en nuestro equipo de sobremesa. Sumemos a esto el software ScreenSplit, el cual permite dividir la pantalla en (hasta) 4 secciones para poder trabajar en paralelo con 4 escritorios o aplicaciones.
El formato 21:9 también es especialmente agradecido para trabajar con muchas aplicaciones abiertas al mismo tiempo. No olvidemos que, en los monitores UltraWide, con el formato 21:9 obtenemos el beneficio de un 32% más de campo de visión. Una forma de centralizarlo todo y ser más productivos.
Por ejemplo, podemos transcribir a Word vídeos abiertos en un navegador o tener refrescando las redes sociales continuamente en sus respectivas sesiones mientras usamos Excel sin perder visibilidad ni reducir excesivamente el espacio de trabajo.
Usa la cabeza y evita las compras por impulso
Las prisas nunca han sido buenas consejeras. Y durante el Black Friday hay mucho pillo, así que abre bien los ojos. Antes de comprar un monitor haz una búsqueda para ver si en realidad no están quitándose de encima modelos viejos a precios que poco tienen de sugerente. También deberías pensar en si tienes espacio para meter en tu escritorio ese monitor tamaño Home Cinema o si la resolución es acorde al calibre de tu tarjeta gráfica.
El asunto de la resolución no es baladí, puesto que una oferta por un monitor de campanillas nos puede salir cara si luego nuestro PC no tiene potencia gráfica para sacarle partido. Como sucede con el asunto del refresco adaptativo, es necesario prestar atención a este dato y no dejarnos llevar por la emoción.
Por último, y ante la duda sobre el uso que vayas a darle, inclínate por un monitor con credenciales gaming. ¿Por qué? El motivo es sencillo: no todos los monitores de oficina son buenos para trabajar, pero todos los monitores para jugar son buenos para la oficina. Su superior refresco, buen cromatismo (en particular si son IPS) y latencia fulgurante hace que sean auténticos todoterreno, evitando sorpresas una vez instalados.
Imágenes | LG