¿Te has preguntado alguna vez por qué cada vez más profesionales están dejando a un lado las estaciones de trabajo tradicionales para pasarse a los más modernos equipos gaming? Pues porque aunque hayan sido pensados para jugar, sus prestaciones también los convierten en auténticos cañones a la hora de procesar renders, fotografías y vídeo. Lo mismo sucede con los monitores.
Un número creciente de usuarios profesionales o prosumers apuestan por los monitores para juegos como opción preferente ante otros modelos más convencionales. Sus ventajas son obvias, abarcando desde mejoras en productividad a sus potenciales beneficios para la vista. Aunque tal vez el consumidor medio aún desconozca unos beneficios que sin duda merecen ser explotados.
HDR y paneles IPS para sacar los colores a otras pantallas
Nadie conoce mejor la importancia de un buen panel LCD que los jugadores más empedernidos. La necesidad de disfrutar de los negros más puros y definidos, la iluminación más homogénea y los colores más vivos en los juegos gráficamente más exigentes del momento han conseguido hacer del ocio electrónico un segmento pionero en el desarrollo de tecnologías de la imagen. Unas muy aprovechables en entornos profesionales.
El panel, como decíamos, juega un papel crítico en la calidad de un monitor. La tecnología de pantalla más puntera en estos momentos recibe las siglas IPS, del inglés in-plane switching, y se caracteriza frente a alternativas como VA y TN por brindar colores muy bien saturados, ángulos de visión especialmente amplios (crítico cuando hablamos de modelos ultrapanorámicos) y gran velocidad de refresco, todo ello con una elevada luminosidad.
Cabe señalar que inicialmente los paneles IPS fueron pensados para los profesionales del diseño gráfico y la fotografía, que priorizaban la mayor fidelidad cromática por encima de otros factores. Sin embargo, han sido los jugadores quienes más han terminado estimulado su adopción, lo que ha llevado a mejorar drásticamente aspectos otrora descuidados como la velocidad de refresco y la latencia.
En cierto modo, podría decirse que los monitores IPS fueron incubados por los profesionales y perfeccionados por los gamers, que también saben sacar partido a funciones novedosas como el HDR. Presente en modelos de orientación dual como los LG 27UK650-W y 27UK850-W, esta prestación hasta hace poco exclusiva de los televisores de gama alta llega ahora a las oficinas para satisfacer las necesidades de los expertos en edición de vídeo.
La compatibilidad con el estándar de alto rango dinámico HDR 10 resulta crítica para los profesionales que ya trabajan con contenidos adaptados para los televisores de nueva generación, tanto como el soporte nativo para 4K.
Configurable desde el panel de control de Windows 10, hace posible apreciar el trabajo finalizado no ya en su total plenitud, sino tal y como lo verá el propio cliente. Que no es cosa baladí cuando estamos trabajando a según qué niveles.
Por otro lado, el uso de paneles IPS también permite sacar partido a un cromatismo superior. Y no solo en tonalidades, sino también en fidelidad. Otro apartado sin duda de importancia crítica para fotógrafos, diseñadores y personas dedicadas a la edición de contenidos multimedia.
La gama de monitores gaming de LG combina estos dos factores (amplitud cromática y fidelidad) para reproducir el 99% del espacio de color sRGB.
Esto significa que, con una buena calibración, la aproximación entre la imagen digital procesada por nuestro ordenador y la mostrada en pantalla será máxima, evitando así desviaciones importantes a la hora de mandar el material a imprimir o mostraron con una pantalla profesional, lo que podría evidenciar las deficiencias introducidas al editar una imagen con un triste monitor de oficina con un panel TN de baja calidad.
Iluminación LED y máxima velocidad de refresco para que descansen tus ojos
El color, la intensidad de brillo y la combinación dinámica de ambas características juegan como vemos un papel destacado en cualquier monitor gaming, pero también son elementos a tener en cuenta por numerosos profesionales. Otros tal vez menos visibles y sin embargo igual de importantes son la presencia de una elevada velocidad de refresco y la posibilidad de utilizar un sistema de iluminación inteligente.
Igual que sucedió en su momento con los paneles IPS, diseñadores gráficos, fotógrafos y productores de vídeo fueron los primeros profesionales en comprobar los beneficios de una elevada tasa de refresco en su monitor. Estamos hablando de los años 90, cuando los pesados CRT aún dominaban los escritorios y contar con una mole de 21 pulgadas y 75 Hz era toda una bendición para unos ojos normalmente castigados por el parpadeo de la tecnología de rayos catódicos.
Ya en la era del LCD, ese molesto parpadeo ha desaparecido totalmente para dejarnos imágenes maravillosamente estáticas independientemente de la orientación y el segmento de precios.
Por este motivo las velocidades de refresco perdieron cierto protagonismo, al menos hasta que los jugadores de todo el mundo se obsesionaron con romper la tasa de los 60 FPS y gozar de las imágenes más fluidas del momento.
Esta velocidad tan apreciada por los gamers, habitualmente apoyada en tecnologías de refresco adaptativo como G-Sync y FreeSync, no solo redunda en una acción más suave y continuada con auténticos beneficios competitivos en los momentos que requieren la máxima precisión, sino que también permite apreciar imágenes en movimiento con mayor nitidez.Herramientas especializadas Ufo Test dejan patente su importancia.
De especial interés a la hora de editar vídeo, una velocidad de refresco de 120 Hz y superior evitará la aparición de artefactos visuales que pueden forzarnos a parar la reproducción e inspeccionar cada fotograma de forma individual para observar mejor los detalles más finos. Monitores gaming como el LG 27GK750F-B alcanzan los 240 Hz, por lo que la visualización de juegos y vídeos con gran cantidad de movimiento será siempre inmaculada.
El uso de una pantalla con elevadas cotas de refresco es además menos estresante para la vista. Otro factor a tener muy en cuenta si consideramos que gamers y profesionales van a pasar horas y horas delante de su monitor, ya sea por gusto, obligación o una combinación de ambos factores en diverso grado. Por este motivo también es interesante observar si nuestro monitor ofrece un sistema de iluminación RGB.
Más que ninguna otra, la capacidad para iluminar la parte traerá del monitor y la pared detrás del mismo mediante complejos sistemas LED es una innovación creada, cultivada y desarrollada en el segmento gaming. Y sin embargo, también sumamente interesante para los prosumers. Porque es posible que estos usuarios tal vez no requieran incrementar su capacidad de inmersión a la hora de editar fotos o rellenar hojas de Excel, pero seguramente agradecerán cualquier tecnología que ayude a relajar su vista.
Utilizando un halo LED como el generado por la tecnología Sphere Lighting, el brillo de la pantalla resulta mucho menos agresivo en estancias pobremente iluminadas. Y no es lo mismo que encender una simple lámpara, puesto que la luz se emite de forma homogénea tras el propio monitor, creando un entorno mucho más agradable. Esto es algo que saben bien los amantes del cine en casa, que desde hace tiempo utilizan tiras LED y sistemas de control externos para mejorar su experiencia.
Los sistemas de iluminación posterior casi innatos en los monitores gaming tienen además un beneficio añadido para los usuarios profesionales: nuestros ojos perciben mejor las tonalidades apagadas y el negro cuando el fondo de la imagen está ligeramente iluminado, por lo que podemos gozar de una calidad de imagen muy resultona incluso con el brillo del monitor reducido. Y a menos brillo continuo, más horas de vida útil para nuestro monitor.
Más espacio, mayor productividad (y es así de fácil)
Por último, que no menos importante, queda hablar del asunto de la resolución. Que no solo afecta a la densidad de píxeles por pulgada, sino también a su disposición en el espacio.
Y es que a la aparición de los formatos ultrapanorámicos más allá del clásico 16:9 abre nuevas posibilidades a nivel de productividad sin tener que recurrir a costosos y complejos sistemas multimonitor.
En este aspecto, los monitores gaming UltraWide de LG incorporan una función llamada Split Screen que permite dividir el escritorio de Windows en múltiples áreas contenidas dentro de una misma pantalla. De esta forma podemos usar un único monitor como si tuviéramos dos pantallas en paralelo, ya sea en vertical u horizontal, pero sin una incómoda maraña de cables ni el habitual doble marco entre ambas.
Asimismo, Split Screen permite dividir la pantalla en configuraciones potencialmente más exóticas, con tres y hasta cuatro divisiones para organizar en una misma pantalla con la máxima eficiencia.
Las posibilidades brindadas por Split Screen son enormes, a decir verdad. Gracias a esta especie de sistema multimonitor virtual podemos editar textos en Word en la mitad de izquierda de la pantalla mientras reproducimos contenidos de YouTube en la derecha como si utilizáramos dos monitores. O editar un vídeo a buena resolución al mismo tiempo que consultamos su guion y el storyboard, con cada elemento ocupando un lugar distinto de la pantalla.
Como podemos ver, hay mucha más miga detrás de los monitores gaming de lo que puede parecer a primera vista.
Y es que más allá de las líneas agresivas y funciones falsamente superficiales como la iluminación LED, nos encontramos con periféricos de alto rendimiento, herramientas cuidadosamente ajustadas para brindar las máximas prestaciones en cada momento. Ya sea jugando o en la oficina.
Por este motivo no debería sorprendernos que un número creciente de usuarios abandonen los monitores estrictamente profesionales en favor de los modelos gaming. Y es que no solo ofrecen prestaciones homólogas, sino que en ocasiones hasta pueden ser superiores. Especialmente si el descanso del café lo amenizamos de vez en cuando con una sesión furtiva de Doom.
Características
- Cuando juegas a 240Hz, cambia la historia.
- Con los monitores gaming de LG podrás disfrutar de la mejor experiencia de juego con la mayor calidad de imagen y sonido. Pensado para los apasionados de los videojuegos.