El futuro del planeta siempre ha dependido de sus sociedades, de nosotros mismos, aunque solo hemos sido conscientes de la importancia de la humanidad desde finales del siglo XX. A medida que avanzamos juntos hacia la mitad del XXI, miramos alrededor y observamos las consecuencias de evitar muchas decisiones importantes.
Por desgracia, estas consecuencias climáticas son graves y muchas ya no pertenecen a un futuro hipotético. Por fortuna, aún está en nuestra mano mejorar la situación del planeta y corregir su clima con pequeños gestos que mejorarán la vida de las próximas generaciones. Como la inversión en electrodomésticos ecoeficientes de marcas responsables como LG.
El reciente informe Planeta Vivo 2020 de WWF confirma que las poblaciones mundiales de vertebrados han disminuido un 68% desde 1970. Ya en 2007 la ONU advertía que cada día perdíamos cerca de 150 especies. Y a nivel local, los países del área mediterránea perderán entre el 10% y el 13% de todas sus especies con cada grado que se caliente esta masa de agua, la que más rápido se calienta de todo el planeta. El futuro del planeta depende de hoy. Depende de nosotros.
También es responsabilidad de las grandes marcas el poner su grano de arena en el freno cel cambio climático. Por parte de LG, se ha desarrollado un gran proyecto bajo el nombre de ‘Smart Green‘ que se compone de diferentes acciones como una mayor integración de las energías alternativas en sus fábricas, el uso de ecotecnología y diferentes planes de reforestación alrededor de nuestro país.
Los efectos del cambio climático están en nuestra mano
La comunidad científica, con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático a la cabeza y sus resultados preliminares para el Sexto Informe, coincide en varios puntos importantes que todos deberíamos conocer. Estos informes nos ayudan a entender la magnitud del problema y nuestro rol en él.
- Vamos a tener que vivir con el cambio climático. Detenerlo o revertirlo, al menos con la tecnología existente, se sospecha imposible. Tendremos que acostumbrarnos a un siglo XXI más cálido y desértico.
- Aún estamos a tiempo de evitar las peores consecuencias del cambio climático, pudiendo transformar los escenarios más complicados en ‘solo’ un siglo atípico de calor excesivo. Pero hay que actuar ya.
Las personas subestimamos a menudo nuestra capacidad para cambiar el mundo en el que vivimos. Lo cierto es que la tenemos. Movimientos como ‘Flygskam’ para evitar tomar vuelos innecesarios o ‘Meat Free Monday’ para reducir el abuso cárnico, y sus respectivas huellas ambientales, son algunas de las propuestas más radicales.
Otras, orientadas al hogar, viene de parte de marcas que fomentan la ecoeficiencia al invertir en tecnología más responsable. Algunas buscan más participación política como ‘Acciones Frente a la Emergencia Climática’, ya que sin duda será necesaria la toma de decisiones a alto nivel. Pero cada una de las personas tiene capacidad para solucionar parte del problema.
Un futuro climático que ya está aquí
En 2015 se firmaba el Acuerdo de París. Uno de los puntos más importantes era el evitar que la temperatura media global subiese 2ºC por encima de valores preindustriales. Si de 1900 a 2013 esta temperatura subió unos 0,00791ºC al año, de 2013 a 2016 lo hacía a 0,3ºC al año. El cambio climático se acelera por los gases de efecto invernadero.
Para los seres vivos esto significa que deben refugiarse alejándose del ecuador y ascendiendo en altura, un fenómeno que se ha medido desde hace décadas: los hábitats se desplazan 6,1 kilómetros cada año. Para los humanos, las temperaturas aumentarán y en 2050 ciudades como Madrid tendrán el clima de Marrakech.
El cambio climático no solo afectará a los osos o abejas, animales que siempre se ha relacionado con el aumento de la temperatura del agua y la falta de hábitat. Nos afectará a todos de forma que apenas podemos imaginar.
Y lejos de ser algo del futuro, lo cierto es que ya se está manifestando y algunas de sus consecuencias son visibles a día de hoy. Sin embargo, está en nuestra mano que sus consecuencias sean mucho menos severas. Tenemos que tomar medidas.
¿Qué podemos hacer nosotros para cuidar el planeta?
Ante esta avalancha de datos sobre el clima y sus consecuencias, muchos nos sentimos pequeños y pensamos “no hay nada que se pueda hacer”. No es cierto. De hecho, tanto como ciudadanos con voto como consumidores de recursos podemos mejorar mucho la vida de nuestros hijos y nietos si actuamos ahora. He aquí algunos puntos de mejora:
Invertir en eficiencia energética
Según IDAE, el 20% del consumo energético en España se debe a las viviendas y sus electrodomésticos, con foco en la máquina que usemos para climatizar. El resto de electrodomésticos se ordenan así: frigorífico (que siempre está encendido, evidentemente), congelador, televisor, lavadora, secadora, lavavajillas.
Es por ello que conviene invertir en electrodomésticos más responsables con el medio ambiente. El concepto ‘ecotecnología’, promovido por LG en su reto contra el despilfarro de recursos, está presente en sus dispositivos, que buscan minimizar su huella en todo su ciclo de vida, fabricación y reciclaje incluidos.
Si buscamos cambiar el elemento con mayor impacto siempre podemos optar por aerotermia o por un frigorífico ecoeficiente, pero una mejora en cualquiera de ellos supondrá un pequeño granito de arena. Eso sí, hay que recordar llevar el antiguo electrodoméstico a un punto limpio.
Comer comida cuanto más local mejor
Un ejercicio interesante es dibujar un círculo de 100, 200 o 500 kilómetros desde nuestra vivienda, evitando comprar en la medida de lo posible los alimentos que provengan de fuera. Uno de los mayores impactos climáticos deriva del transporte de comida, que de media recorre miles de kilómetros del campo a la mesa. Además, estaremos fomentando el trabajo local.
Instalar placas fotovoltaicas
Una de las formas más eficientes y menos contaminantes de generar energía es hacerlo con placas solares. Y si además lo hacemos en casa, podemos electrificarla y prescindir del gas para cocinar o climatizar.
Recientemente, LG ha lanzado la promoción ‘Smart Green’ con la que regala el importe desembolsado en productos LG hasta el 31 de diciembre en la futura compra, durante los próximos dos años, de placas solares de la marca.
Esta promoción, realizada en asociación con EDP Solar, encargados de contactar con el usuario para la instalación de las placas, pretende ayudar a quienes más dudas (económicas) tienen sobre el salto a la energía limpia, así como concienciar a quien aún no lo haya hecho. Todos podemos poner nuestro granito de arena y evitar la emisión de CO2 y otros gases de efecto invernadero.
Lejos de lo que mucha gente piensa, los paneles solares pueden ser instalados en edificios de pisos y comunidades de vecinos, no solo en vivienda unifamiliar, y son una forma viable de reducir de forma drástica nuestra huella de carbono.
Desplazarnos a pie, en bici o en transporte público
No todos los desplazamientos podremos realizarlos a pie, pero sí podemos hacer un esfuerzo en algunos. Por ejemplo, para muchos es viable ir a la compra con un carro en lugar de ir en coche, y el paseo seguramente nos vendrá bien. Otros pueden tener la suerte con contar con duchas en su empresa, pudiendo acudir a ella en bicicleta. Para los que no, compartir vehículo puede ser una opción.
Además, en muchos municipios se cuenta con una red de transporte público que permite el transporte multimodal. Si necesitamos usar el coche en parte del trayecto, podemos considerar la opción de usar el transporte público en el resto.
Priorizar aquellas marcas con huella de carbono nula
Muchas marcas ya invierten ellas mismas en estos conceptos, electrificando toda su producción, comprando energía verde o plantando árboles para crear sumideros de carbono que contrarresten las emisiones durante la transición energética. Es el caso de LG con su anteriormente mencionado ‘Smart Green’.
Además, la propia marca alienta al consumidor a que ponga de su parte, plantando él mismo un árbol y compartiendo la fotografía del momento en redes sociales bajo el hashtag #UnaPersonaUnÁrbol
Evitar comprar envases
Productos como la fruta cortada envasada son muy útiles para las personas con problemas de movilidad, pero el grueso de nosotros podemos comprar frutas, verduras, frutos o legumbres a granel sin problema. Jabón en polvo, papel higiénico envuelto en cartón, leche en envase retornable o beber agua del grifo son otros hábitos fáciles de adquirir. Cada pequeña acción cuenta a la hora de evitar residuos plásticos, latas o cristal.
Reciclar todo lo que usemos
Muchas veces no queda otra que comprar un envase de un solo uso. Para estos momentos, ya que reducir no ha sido posible, intentemos reciclar tanto y tan bien como podamos, clasificando los desechos y evitando que terminen en vertederos. Es un pequeño gesto que evita una cantidad enorme de emisiones en extracción de recursos y fabricación.
Algunas de estas medidas serán leídas como imposibles. Todos vivimos en una serie de circunstancias vitales que nos hacen más fácil optar por unas o por otras. Hacer el esfuerzo por el clima tendrá su recompensa, especialmente para las próximas generaciones y los que vengan detrás.
Imágenes | iStock/Jui-Chi Chan, iStock/Scott Canning, Dan Gold, Gary Chan