A la hora de elegir monitor, la variedad que hay en el mercado hace que roce lo imposible decantarse por uno automáticamente. Todo depende de qué tipo de uso vayamos a darle aunque, claro está, no se trate de compartimentos estancos: un buen monitor profesionalcomo el LG 32UL950 puede servirnos para echar un Apex Legends con soltura, por ejemplo.
Estamos ante una gama de monitores que suponen un punto y aparte en cuanto a características y especificaciones técnicas ya que, precisamente, los profesionales (fotógrafos, diseñadores, editores de imagen o vídeo…) requieren una serie de prestaciones muy altas de cara a afrontar el trabajo del día a día con garantías y comodidad. ¿En qué se fijan estos usuarios a la hora de elegir pantalla?
- Thunderbolt 3™, que permite conectividad universal, ahorro de espacio y las mejores velocidades de transferencia de datos
- Colores más vivos y mejor contraste con VESA DisplayHDR™ 600
- Tecnología RADEON FreeSync™ para disfrutar de toda la acción sin parpadeos
- Interacción en tiempo real y sin retrasos gracias a Dynamic Action Sync (DAS Mode)
- Colores más puros gracias a la tecnología Nano-IPS, cubriendo un mayor abanico de color, mostrando por encima del 98% del espectro DCI-P3
La resolución y el tamaño
Es la característica que más destaca en el mundo de las pantallas y los monitores, y posiblemente una de las más importantes. La resolución de un monitor nos indica el número de píxeles que incorpora el panel, y viene dada por dos medidas (horizontal y vertical) que indican el número de píxeles de cada una de ellas. Su multiplicación nos da el número total de píxeles que forman el panel.
Es una cifra importante ya que a mayor resolución, mayor detalle de la imagen podremos observar y disfrutar, lo cual es imprescindible para los usuarios profesionales. Partiendo de la resolución, se ha creado el concepto de densidad para referirse al número de píxeles según el tamaño del panel, y que se mide en dots per inch (dpi). Cuanto mayor sea la densidad, mayor la calidad percibida.
La resolución más atractiva a día de hoy es la resolución 4K o UltraHD (UHD), 3840×2160 píxeles que hacen un total de 8.294.400 píxeles en la pantalla. Está plenamente estandarizada en el mercado y ofrece una calidad y un detalle como nunca antes habíamos visto, muy superior a la antigua FullHD.
El tamaño que debe tener tu nuevo monitor es algo ya más subjetivo, pues que depende de las preferencias personales de cada uno, o del espacio disponible. Los usuarios profesionales están acostumbrados a trabajar con uno o varios monitores de muchas pulgadas, pues necesitan tener mucha información disponible de un solo vistazo. En el mercado actual, paneles de entre 27 y 32 pulgadas son muy habituales.
En este caso, una opción cada vez más popular son los monitores ultrawide. Por ejemplo, el LG 49WL95C, un ultrapanorámico de 49 pulgadas, cuenta con panel curvo AH-IPS y nos permite configurarlo bien como una única pantalla de relación 32:9 (5120x1440p), o como dos pantallas 16:9 QHD de 2560×1440 píxeles cada una. Las posibilidades aquí se multiplican exponencialmente, y profesionales que requieran una pantalla dividida para trabajar no tendrán que recurrir a la clásica configuración de dos monitores para poder tenerla.
El color
Sectores como el del diseño digital o especialmente el de la edición multimedia (fotografía, vídeo), en la que es fundamental que los colores y tonos que veamos en la pantalla sean lo más realistas posibles de cara a una posterior impresión, viven de la calidad del color. Tradicionalmente esta ha sido una característica bastante olvidada en el mercado de los monitores, pero los las nuevas tecnologías de fabricación de paneles han traído consigo mejoras muy significativas.
A la hora de elegir, algunos parámetros cobran especial importancia. En la actualidad, es requisito indispensable que cuente con paneles IPS (In-plane switching), una tecnología diseñada para pantallas LCD creada para hacer desaparecer las limitaciones en lo que al ángulo de visión y a la calidad del color se refiere.
El LG 32UL950 es un monitor pensado específicamente para cumplir con las demandas de los profesionales del sector de la imagen. Ofrece colores más vivos y un mejor contrastegracias a la certificación VESA DisplayHDR 600 y, como mencionábamos, el panel Nano-IPS que utiliza cubre más del 98% del espectro DCI-P3. Esto implica que los colores que muestra son los que el ordenador realmente quiere mostrar y los que veremos, posteriormente si, por ejemplo, imprimimos una fotografía en papel.
Además, en ocasiones los monitores ‘pierden’ la fidelidad en el color y pueden alterar ligeramente los tonos mostrados. Por ello, para los usuarios profesionales son imprescindibles las soluciones de calibración hardware que, aplicándolas, nos permitirán volver a encontrar esos colores reales y tonos exactos.
La conectividad
Un monitor tiene muchas más características, funcionalidades y posibilidades que el mero hecho de ver una imagen. De hecho, una buena parte de su desempeño depende de la calidad y versatilidad de los protocolos de conexión que incorpore.
En esto juega un papel clave Thunderbolt 3, la conectividad más universal jamás creada. Con Thunderbolt 3 podremos conectar desde un dispositivo de almacenamiento externo hasta otro monitor, y todo a las mejores velocidades de transferencia capaces de mover un archivo gigante en cuestión de pocos segundos.
Algunos monitores con Thunderbolt 3, como el LG 32UL950, permiten lo que se conoce como daisy chain: encadenar varios monitores uno tras otro ‘en serie’, conectando solo uno de ellos al ordenador. Automáticamente tendrás varias pantallas disponibles para trabajar con ellas y con el menor número de cables posible.
Gracias a Thunderbolt 3 es posible ahorrar espacio a la vez que hace fáciles otras tareas, pero no podemos olvidar las otras interfaces de conexión que deberíamos tener disponibles: la conocida HDMI, la avanzada DisplayPort o las conexiones USB para conectar otros dispositivos de almacenamiento externos.
Tecnologías para la mejora de la experiencia
En los últimos años, la evolución de las tecnologías aplicadas a la imagen ha entrado en una fase de actualización constante que puede hacer que se nos escape cuál es la última en llegar el mercado o cuál puede proporcionarnos lo que buscamos. Dos nombres propios: FreeSync y DAS Mode.
FreeSync es una tecnología de sincronización automática que reduce el tearing y el stuttering, dos problemas muy habituales en el mundo del vídeo y también de los videojuegos y que tienen que ver con la sincronización entre la tarjeta gráfica y nuestro monitor.
La implementación de FreeSync en monitores como el LG 4k Monitor 32UL950-W pone fin a estos dos inconvenientes en la experiencia de usuario, dotándola de una mayor fluidez y, en general, un mejor visionado.
Por su parte, DAS Mode (Dynamic Action Sync) —también incluido en las prestaciones de este monitor— es un mecanismo que permite ver la señal del ordenador en tiempo real tal y como sucede, sin añadir retrasos debidos al procesado de las imágenes. Esto puede ser interesante para editores de vídeo que necesiten la máxima exactitud y detalle, sin dejar de lado ni un milisegundo de retraso entre vídeo y audio.
El diseño
Por último, y aunque pueda parecer algo frívolo, lo cierto es que el diseño también pesa a la hora de elegir monitor. Y no solo por la cuestión estética: también está ligado con algunas posibilidades y funcionalidades que tienen como objetivo lograr una mayor comodidad en el día a día.
El soporte, por ejemplo. En monitores lo ideal es que sea de calidad y que permita un ajuste tanto en altura como en la inclinación, para así evitar malas posturas durante las largas, a veces larguísimas, jornadas laborales. Si es además bonito como el soporte Edge-ArcLine del LG 32UL950, mejor que mejor.
Dependiendo de tus necesidades, algunas prestaciones pesarán más que otras; ahí es tu criterio el que mejor sabrá cuáles son prioritarias y cuáles son un agradable complemento.