La sociedad española está bastante concienciada en lo relacionado con el ahorro energético y de agua, pero no tanto por tener un auténtico conocimiento del gasto real del hogar como por la acertada creencia de que un electrodoméstico eficiente nos va a ayudar a ahorrar dinero. También por unos mensajes institucionales que, poco a poco, van calando. ¿Podemos poner números a este consumo?
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), una lavadora corriente requiere anualmente 254 kWh y supone el 11,8 % del gasto total de electricidad, situándolas entre los electrodomésticos con un funcionamiento más costoso. Y si hablamos del consumo de agua, un modelo con cierta antigüedad puede utilizar cerca de 20.000 litros.
- La primera lavadora con inteligencia artificial AI Direct Drive™ que detecta las características del tejido y la carga
- Lavado en 59 minutos con media carga, TurboWash™ con Jet Spray (Spray de ducha durante el aclarado) eliminando una de las fases de aclarado.
- Reduce el 99.9% del coronavirus humano, bacterias, alérgenos y ácaros de polvo. Con el poder del vapor Steam+™
- Gran capacidad con fondo reducidol -56 cm
- Bateadores de acero inoxidable: Mayor higiene que los de plástico, 99% anti bacterias(4), y mayor durabilidad y cuidado de las prendas.
- Conectividad wifi a través de la app ThinQ™ , compatibles con altavoces inteligentes.
Es un gasto considerable que no es necesario en los tiempos que corren. Especialmente cuando hay avances tan importantes en ecoeficiencia como el que encontramos en las lavadoras LG, gracias a las cuales podemos obtener un ahorro automático y sin esfuerzo tanto de luz como de agua, y en Inteligencia Artificial, que incorpora la tercera generación del motor Direct Drive de la nueva gama de lavadoras LG.
¿Inteligencia artificial en una lavadora? ¿Y para qué quiero eso?
La inteligencia artificial nos rodea, aunque no seamos conscientes de ello. Los procesos que sirven para mejorar las fotos que tomas con tu teléfono LG VELVET 5G, activar el asistente de Google o escalar una imagen 4K a 8K en tu nuevo televisor OLED también pueden utilizarse para ayudarnos a hacer la colada de forma mucho más eficiente. Tan solo hay que tener la lavadora adecuada.
LG, que ha invertido una considerable cantidad de recursos en crear su propia plataforma domótica en base a la captación de todo tipo de datos procedentes de la vida diaria en el hogar, propone con su gama de lavadoras inteligentes un cambio radical: dejar que sea la máquina quien elija los movimientos más adecuados para cada colada, al detectar de manera automática y gracias a algoritmos de aprendizaje qué tipo de tejidos estamos lavando
Los modelos dotados con la versión inteligente de la tercera generación del motor Direct Drive no solo poseen una mecánica más eficiente, sino que son capaces de detectar si el tejido que estamos lavando es más suave o más duro, a partir de una base de datos de más de 20.000 patrones. Una vez que el usuario ajusta el programa que cree conveniente para su ropa, el electrodoméstico adapta los movimientos de su tambor para lavar dicho tejido de manera más eficaz, reduciendo su desgaste hasta en un 18%.
De esta forma, las lavadoras con AI Direct Drive son capaces de diferenciar entre cargas compuestas por tejidos mayoritariamente suaves (lana, punto), normales (algodón blando, sintéticos diarios) y rígidos (vaqueros, por ejemplo). Una vez calculado el contenido, se programan automáticamente para conseguir el lavado más eficiente.
Un ahorro que es doble
¿Pero cómo se traduce esto en ahorro? No es una pregunta baladí. La sustitución de un electrodoméstico antiguo por uno más moderno debería realizarse bajo criterios de eficiencia. Es una inversión a largo plazo, después de todo. Y aunque la comodidad de uso siempre es bienvenida, lo menos que se puede pedir a una nueva lavadora es que consuma menos que la que estamos sustituyendo.
Si estamos hablando de ahorro económico, siempre debemos fijarnos en el consumo de agua y electricidad de la etiqueta de clasificación energética, donde se reflejan ambos conceptos. Los modelos AI Direct Drive de LG se encuentran entre los más eficientes del mercado, con un ahorro eléctrico que puede ascender al 53% con respecto a lavadoras de mayor antigüedad.
Esta eficiencia se debe en parte al uso de un motor sin correa ni poleas. No genera vibraciones y tiene un desgaste muy inferior, lo que también repercutirá en nuestro bolsillo. También involucra tecnologías como el lavado TurboWash 360, que es un 36% más eficiente en consumo de energía que otros y nos ayuda a ahorrar en tiempo, ya que lava en solo 39 minutos.
Además, al lavar la ropa en menos tiempo y con la intensidad que dicta la inteligencia artificial de LG, se reduce el consumo de agua. Hasta un 31%, o si lo prefieres, 2.840 litros que es prácticamente el agua que bebe tu familia en un año. Un ahorro que se relaciona, claro está, con la mayor capacidad de las lavadoras de la marca: a mayor capacidad, menor consumo de agua y electricidad. Incluso nos hace ahorrar el equivalente a 92 coladas por año.
Todo esto es dinero que normalmente se nos estaría yendo por el desagüe sin necesidad alguna. Y no es el único gasto que una lavadora con inteligencia artificial puede evitarnos.
Cuidas de tu bolsillo, cuidas del planeta
Al ahorro económico debemos sumar otros tal vez de tipo intangible. El menor desgaste de los tejidos que lavamos está relacionado con la selección del patrón adecuado para lavar cada tipo de tejido. Y esto nos lo proporciona la tecnología AI Direct Drive. Estaremos, así, alargando la vida útil de las prendas y haciendo, así, que compremos menos prendas nuevas.
Menos lavados equivale a unas prendas mejor conservadas, y unas prendas en buen estado durarán más tiempo en tu armario. Una constante renovación del armario supone incrementar los niveles de polución inherentes a la industria textil.
Aunque este beneficio no es observable a simple vista, podemos cuantificar el impacto ecológico del desperdicio de ropa. Según un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente, hablamos de 5,8 millones de toneladas cada año, de las cuales solo se recicla un 1 %. El resto va a parar a vertederos o, peor aún, al mar, donde los tejidos sintéticos flotan durante largo tiempo hasta que son ingeridos por animales o disgregados en forma de microplásticos dañinos para el medio ambiente.
Es un daño al planeta que podemos reducir haciendo que nuestro fondo de armario sea más duradero. Es por ello que nuestras prendas deben lavarse con la delicadeza que precisa cada tejido y mancha, ni más ni menos. Algo que las lavadoras inteligentes de LG saben hacer mejor que nosotros.
De forma paralela esta misma IA que protege nuestra ropa nos ayuda a ahorrar electricidad, cuya generación tiene un impacto ecológico importante. ¿Cuánto? Mucho más de lo que parece: una lavadora AI Direct Drive de LG puede llegar a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera en hasta 496 kg durante 10 años. Casi media tonelada. Y no tiene por qué quedarse ahí.
Este es el reto de LG y su movimiento Smart Green enmarcado en la sostenibilidad: ofrecer al usuario electrodomésticos capaces de estar, a la vez, ofreciendo el máximo rendimiento y cuidando del medio ambiente a través de la reducción de contaminación. Un movimiento que se alarga ya tres años en el tiempo y con el que se promueve la eficiencia energética en el hogar y la sostenibilidad de nuestro día a día.
En este sentido, además, LG regala el importe de la compra de una nueva lavadora de alta eficiencia en placas solares para su instalación tanto en viviendas unifamiliares como en comunidades de vecinos. Así que cambiar tu viejo modelo no solo sale rentable por el ahorro que supone su funcionamiento, sino que las ventajas económicas y medioambientales se pueden extender durante años, hasta el punto de que la lavadora termina pagándose sola.
¿Es o no es hora de desterrar el mito de que ser ecológico cuesta dinero?
Imágenes | LG, Micheile Henderson, Dan Gold, Toshi Kuji, Bicanski