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En apenas unos meses, en marzo de 2023, entra en vigor la nueva regulación europea que va a cambiar el mercado de los televisores. Con ella, muchos televisores 8K y otros tantos 4K que abusen de estándares HDR demasiado «derrochones» tendrán que revisar sus diseños, ya que dejarán de comercializarse. En este contexto, conviene analizar qué políticas están implementando los fabricantes más comprometidos.

Más allá de la inflación económica y la subida de la factura de luz, es obvio que, cada vez más, nos preocupa la eficiencia y el ahorro energético cuando nos enfrentamos a la compra de nuevos aparatos electrónicos. A su vez, nuestra conciencia sobre cambio climático y la necesidad de reducir el consumo de energía, con el fin de mitigar nuestra huella de carbono, nos lleva a pensar que, antes de comprar un nuevo televisor, mejor elegir aquel que respete el medio ambiente.

Las renovadas políticas de clasificación energética también apuntan a ello. Porque ahorrar es mucho más que evitar gastar. El ahorro real es aquel que propone, por un lado, gastar unos euros menos cada mes; y por otro, obtener un ahorro energético que suponga un cambio. Y unos cuantos euros más en tu cuenta todos los meses seguro que no vienen mal, pero saber que puedes reducir la emisión de CO2 en varios cientos de toneladas no es tampoco un asunto baladí.

Así, a la hora de elegir un televisor, no solo dependerá de la experiencia audiovisual que brinde, sino que la variable eficiencia/consumo energético será también un factor de peso.

¿Cuánto puede llegar a consumir una televisión?

Si echamos la vista a cualquiera de las estancias de nuestra casa, percibiremos un cambio interesante que se ha producido en los últimos años: más aparatos conectados. Tal vez hayamos conservado el mismo tono de pared, pero nuestros televisores, aparatos de audio o incluso la iluminación, han cambiado. Y hay una relación directa en todos ellos: cuanta más energía consumen, más gasto en nuestra factura de la luz y más contaminan

La innovación en eficiencia de los paneles OLED reside en que utilizan materiales orgánicos que emiten luz cuando se les aplica corriente eléctrica, con la ventaja de poder encenderse y apagarse individualmente, mientras que los paneles LED recurren a cristales líquidos que nunca terminan de apagarse. Esto redunda en el contraste, la precisión y profundidad de color, pero también en la cantidad de energía consumida. Lo veremos más en detalle, pero se calcula que un televisor puede llegar a gastar hasta 3.000€ en la factura de la luz en 10 años (1).

Sirva este ejemplo para tener en cuenta qué decisión tomar cuando vayas a elegir un televisor. Y la tecnología LG de OLED lleva más de nueve años innovando y liderando el mercado (2). Por algo será.

¿Cómo funciona la eficiencia energética en televisores?

La eficiencia energética es una clasificación que mide la cantidad de energía consumida teniendo en cuenta los valores de tamaño, capacidad y rendimiento. Como explican desde la OCU, la nueva clasificación organiza las categorías de A (la más eficiente) hasta G (la menos eficiente) recurriendo a un sistema de ahorro ponderado del 50% entre cada categoría. Este cambio, que supuso un revés para los productos menos eficientes y más contaminantes, posicionó en un lugar privilegiado a los paneles OLED, cuya construcción consume menos energía que los LED tradicionales.

Clasificación energética de los televisores

Desde hace décadas, la Directiva sobre Eficiencia Energética de la Unión Europea (EUED) establece un conjunto de requisitos mínimos para la eficiencia energética de los productos. Tengámoslo siempre presente: como consumidores tenemos el derecho a conocer y poder comparar la eficiencia energética entre diferentes modelos de televisores.

Es por ello que existe un sistema de clasificación energética a favor de la máxima eficiencia, desde el punto de vista medioambiental, en aras de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la lucha contra el cambio climático, además de promover un gasto sostenible y una mayor longevidad de los productos. De nosotros depende si damos el paso hacia el ahorro de energía.

Un error muy frecuente es asociar el brillo del TV a la calidad de la imagen. Por eso mismo algunos televisores optan por “vender” unos picos de brillo muy altos como señal de músculo tecnológico. La realidad es, como se suele decir, que la potencia sin control no sirve de nada. Y demasiado brillo, demasiadas veces, redunda en un lavado de color, en poca expresividad, sangrado lumínico por los marcos de la tele y un contraste irregular. Además, este brillo incrementa el gasto energético y con ello el gasto en la factura de la luz.

LG, como líder en innovación, ha desarrollado un portafolio de TV 4k con tecnología OLED que se encuentra por debajo del umbral de gasto energético, ofreciendo una experiencia audiovisual óptima. Para que resulte más fácil comprobarlo, LG ofrece una calculadora para medir la eficiencia de sus productos y poder compararlos con otros modelos del mercado.

Consumo anual en kWh

Históricamente, los paneles OLED más eficientes llegan a consumir la mitad que los LED —de igual manera, los mejores LED llegan a consumir la mitad de los LCD y los mejores LCD hasta la mitad de los Plasma—. Sin embargo, dar cifras exactas no es fácil. Entramos en terreno pantanoso: el precio del kilovatio hora (kWh) depende de variables y se fija diariamente en función del mercado eléctrico diario, tanto para las tarifas fijas como las variables (contra lo que suele pensarse).

Como fuera, hay un par de certezas que podemos afirmar: un televisor LED promedio, de unas 40 pulgadas, consume alrededor de 150-175 kWh al año funcionando 8 horas diarias. Un modelo algo superior, de 55 pulgadas, puede dispararse hasta los 200-250 kWh al año, aunque todo depende del modelo y marca. Con un precio actual de 0,2529 €/kWh, hablamos de alrededor 60 euros anuales.

Es evidente que adquirir el televisor adecuado supone una inversión a largo plazo tanto por ahorro en la factura de la luz como en la huella de carbono generada. Y como ya indican varios informes, el ahorro apostando por un televisor OLED puede ser enorme, llegando a amortizar por completo la compra al cabo de 10 años. Con sus más de 33 millones de píxeles autoluminiscentes, que se encienden y apagan de manera completamente independiente, los OLED de LG pueden llegar a hacernos ahorrar hasta 1.860 euros en la factura de la luz (3).

Sí, 1.860 euros, como lo lees. Esta cifra ha sido calculada profesionalmente teniendo en cuenta su ciclo de vida y su consumo medio. Encendido durante 8 horas diarias durante 10 años, utilizando contenido en HDR y marcando un precio del kilovatio hora de 0,30 euros.

El mensaje es claro: comprar el TV adecuado supone una inversión a largo plazo por el ahorro en la factura de la luz. 

¿Por qué LG OLED es la tecnología más eficiente del mercado?

Pero vayamos un paso más allá: los OLED de LG han sido construidos teniendo en cuenta factores como la optimización de espacio. A menos espacio, menos cantidad de material gastado; tan evidente como suena.

Panel

Por ejemplo, para la producción de paneles OLED, se emplean menos componentes (4), lo que reduce el peso final del producto. ¿Y en qué afecta, más allá de reducir los dolores de espalda de los repartidores que suben hasta un octavo a montar una tele? Pues si reducen en hasta un 39% ese peso (4), se ahorra hasta 1,027 Kg de CO2 durante el transporte (5). Todo suma. 

Reciclaje

Por otro lado, apostar por fibras orgánicas y un cuerpo trasero de metal en vez de plástico, mucho más reciclable y emisor de menos sustancias nocivas, también implica un impacto interesante en el reciclaje. Todos los televisores OLED de LG se embalan en cartón reciclable y reciclado.

El objetivo final de LG es llevar esa eficiencia a las cuatro etapas de un producto: producción, transporte y reciclaje y, por último, uso del consumidor.

¿Por qué comprar una barra de sonido LG?

Pero estas innovaciones no aplican únicamente a los televisores. Una experiencia audiovisual completa comprende tanto la parte visual como la auditiva. Las barras de sonido LG han crecido en ambición y posibilidades al ofrecer sonido de alta calidad en un diseño compacto, con una potencia controlada y con la habilidad para procesar muchos formatos de audio, que van desde el popular DTS hasta las últimas innovaciones en audio espacial con Dolby Atmos.

Su capacidad de crear canales virtuales las pone en ventaja frente a las complejas instalaciones de home cinema, donde toca cablear todo el salón, realizar una dilatada instalación y llevar a cabo un mantenimiento. Las barras de sonido de LG no solo despuntan en lo auditivo, también garantizan el menor impacto medioambiental durante su producción.

Certificaciones energéticas

No en vano, estas barras de sonido han sido reconocidas por el programa de etiquetado Energy Star, el sistema que premia la eficiencia energética liderada por el Departamento de Energía de Estados Unidos y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. 

Sumado a esto, las barras de sonido LG también han recibido el Carbon Trust Standard, el sello de confianza reconocido a nivel internacional que ayuda a las organizaciones a demostrar su compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones de carbono.

Fabricadas con materiales reciclados

Durante los últimos tres años, LG ha llevado a cabo una serie de cambios radicales en la producción y reutilización de sus barras de sonido. Sus últimos modelos cuentan con materiales reciclados de los modelos anteriores, tela de jersey y botellas de PET recicladas. La barra de sonido LG SP7Y, por ejemplo, ha sido certificada por la Global Recycled Standard y con la declaración medioambiental UL.

Reciclar más también significa ocupar menos espacio en los vertederos. LG recurre a pulpa moldeada reciclada para sus embalajes con el fin de usar menos espuma y plástico EPS. La Societe Generale de Surveillance (SGS), un conocido proveedor de servicios de prueba, inspección y certificación con sede en Suiza, también ha reconocido este esfuerzo.

Cajas rediseñadas

Por último, el embalaje de estas barras de sonido ha cambiado bajo el mismo enfoque y ahora está diseñado en forma de “L”, con el fin de que quepan más unidades en menos camiones. Una vez más, esto se traduce en menores emisiones de CO2, y en una eficacia energética superior.

En resumen, por un lado, obtienes barras que «vitaminan» la calidad de sonido, compatibles con los últimos estándares (Dolby Atmos y DTS: X, por ejemplo); por otro, son fáciles de montar y usar, decorativas y elegantes, y energéticamente más sostenibles.

Una promoción para ahorrar

Ahora pongamos todos los ingredientes sobre la mesa: sostenibilidad, ahorro energético en la factura de la luz y los productos más premium del mercado. ¿Qué nos queda? El ahorro aquí y ahora. El dinero contante y sonante que nos supondrá dar el salto a un nuevo televisor. En este aspecto, LG también asume su responsabilidad y propone una oferta tentadora: hasta 1.000€ de reembolso con la compra de un televisor LG OLED y hasta 300€ de reembolso en una barra de sonido LG.

Estamos ante un win-win, un trato irresistible para saltar de una vez por todas a la experiencia audiovisual total, con mayúsculas. El combo definitivo en eficiencia energética y económica reside aquí.

 

(1) Consumo del modelo LG 65NANO996PB en HDR a 10 años con 8 horas diarias de uso medio y teniendo en cuenta el coste kWh de 0,30€ (según Eurostat – con increment medio de un 5,12%). El resultado puede variar si cambia el coste de la electricidad.

(2) Según estudios independientes realizados por IHS Markit (2013-2022) y Omdia (2020-2021).

(3) Estudio interno a fecha 7.10.2022. El TV LG OLED Serie A muestra el menor consumo energética en SDR en la mayoría de segmentos de pulgadas (todos a excepción de 48″) en comparación con televisores de equivalente pulgada comercializados por otros fabricantes en territorio español. El consumo energético ha sido verificado en las correspondientes etiquetas energéticas de cada uno de los modelos comparados.»

(4) Comparativa en modelo LG OLEDC2 con 16kgs de peso y el modelo LG QNED99 con 32 kgs de peso.

(5) Cálculo basado en en las emisiones de CO2 menores que se emiten durante el transporte de los TV OLED, camión de 12metros, recorriendo una distancia de 3.600 kms.