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Más de la mitad de los gamers prefieren jugar en una consola conectada a la TV, frente a gaming en portátiles (17%), tablets (27%) o móviles (48%). La comodidad de hacerlo en el sofá o en la silla frente a la tele, con unos buenos auriculares, o disfrutando del audio en un home cinema, no tiene comparación. Sobre todo porque podemos conseguir una mayor inmersión con el juego.

Cualquier jugador tradicional sabrá que los monitores son los mejores lugares para sacar el máximo rendimiento visual a un juego. ¿Y si te dijéramos que ya existen televisores de gran pulgada, con prestaciones de monitor, que ofrecen G-Sync, Freesync con excelente calidad de imagen,  brillo y contraste, conectividad HDMI 2.1, baja latencia y HDR GiG?

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Los televisores OLED de LG son la última tecnología en visionado, más natural, brillante y realista. Su innovador diseño garantiza una inmersión total.

7 requisitos para tu partida ideal

Antes de continuar conviene determinar las claves para jugar en el TV con unas garantías básicas. Son las que siguen:

  • Resolución: compatibilidad con resolución 4K para aprovechar al máximo las resoluciones que arrojan consolas como Xbox One X —y las futuras PS5 y Xbox Series X—. Dejemos el FullHD en 2019. Además, las pantallas OLED ofrecen colores más profundos, negros perfectos y contrastes resaltados.
  • Tamaño: diagonales de entre 24 y 39 pulgadas, aunque podemos empezar a ver ya gran pulgada a partir de 55, 65, 77 en función de la distancia, preferencia y comodidad. Lo ideal sería no menos ni más de 48 pulgadas.
  • Tasa de actualización variable: imprescindible para evitar vista cansada. Una tasa real de 60 Hz en adelante nos garantiza un rendimiento de imagen estable. Además, la tasa de actualización variable permite que la pantalla muestren cuadros de imagenes a la misma velocidad que el juego las genera.
  • FPS: Lo que nos lleva a la sincronización adaptativa de FPS entre la consola y lo que vemos en pantalla. LG son los primeros y únicos hasta el momento en incorporar tecnología Gsync en sus televisores, además de ofrecer también Freesync tanto en OLED como en Nanocell.
  • Input lag o «latencia de entrada»: determina la experiencia de juego, ya que marca el tiempo que tarda el panel en reflejar nuestras acciones. Nunca debería ser superior a los 20 milisegundos. Cuando más baja sea, más rápida es la respuesta.
  • Inversión: la gran mayoría de jugadores son jóvenes entre 16 y 35 años. Es decir, se trata de un grupo demográfico que prioriza el ahorro. Teniendo en cuenta que hay monitores para gaming bien preparados pero muy caros y de baja pulgada, ¿por qué no hacer un dos por uno y aprovechar la inversión de un buen televisor de mayor panel que, además, disponga de funciones de monitor para gaming?
  • Conexiones: la gran mayoría de los televisores UHD 4K incorporan HDMI 2.0, e incluso los de gama más alta disponen ya de la nueva conexión HDMI 2.1 que, según la propia marca, se trata de la mejor conexión posible, ya que permite una alta tasa de 40Gbps (48Gbps en los modelos 8K). Esto nos va a permitir, en combinación con la compatibilidad Gsync o Freesync, disfrutar de los juegos con alta tasa de fps.

Una cuestión de hertzios

A diferencia de los monitores de gama alta pensados para gaming, los televisores están diseñados para reproducir contenido televisivo —ya venga por antena, HDMI, streaming, USB…—. El material generado para televisión está grabado a una tasa fija de 50 o 60 fotogramas por segundo, e incluso se están probando ya algunas emisiones a 100/120fps, (lo que es lo mismo que 50Hz/60Hz y 100/120Hz). Por esta razón, los televisores funcionan con esta tasa fija de fotogramas por segundo. Es decir, si una película o contenido está capturado a 50 fps, se mantendrá a 50fps durante todo su metraje. Los televisores nunca han estado preparados para recibir tasas variables de fotogramas por segundo. Hasta ahora.

Pero volviendo al mundo del videojuego, las tarjetas gráficas de las consolas y PCs pueden llegar a ofrecernos tasas de entre 30Hz y 144Hz (o fps) de una manera variable, según lo requiera la secuencia en el videojuego. Si mi personaje se está moviendo lentamente, la consola le dará al televisor pocos fps. Pero, si comienzo a girar rápidamente o a correr, se generará mucho movimiento. Por lo tanto, la tarjeta gráfica entregará más fps. Tecnologías como Freesync o Gsync sirven no sólo para sincronizar los fps entre consola y televisor sino, también, para hacerlo de una manera adaptativa. De este modo se evitan los desagradables efectos de tearing (imágenes partidas o desgarros en la imagen) y stuttering (pequeños tirones en la secuencia de un vídeo). Y pasar de jugar con una tasa fija de 60 Hz a hacerlo con una tasa variable adaptativa de hasta 144 Hz es algo completamente nuevo, al menos para el mundo de los televisores.

La compatibilidad con Nvidia G-Sync en los televisores OLED de LG supone un gran avance en la forma en la que vemos los videojuegos de siempre, ya que también se garantiza una compatibilidad futura con aquellas consolas que incorporen esta tecnología —tanto Freesync como Gsync—. Además, no lo olvidemos: el 81,2% de los jugadores opta por Nvidia G-Sync frente a otras tecnologías.

De latencias y rendimientos

Otro punto clave en cualquier monitor y televisor reside en su latencia. Es decir, el tiempo que transcurre desde que pulsamos un botón en el mando a distancia hasta que veo ejecutado ese comando en el televisor. Si estoy jugando a un shooter y disparo a un objetivo que acaba de salir, este input lag es el tiempo desde que pulso el gatillo de disparo hasta que vemos en pantalla que el personaje dispara.

Si el input lag es muy alto —es decir, muy lento—, nos será muy difícil acabar con los objetivos si la secuencia de vídeo es muy rápida, porque desde el momento del disparo hasta que este se efectúa, el enemigo ya se ha movido. Y más si jugamos online, donde las mejores conexiones cuentan con ventaja.

Si la sincronización de fotogramas entre la tarjeta gráfica del PC o consola y el televisor no se realiza de manera adaptativa —como el caso del V- Sync—, la solución puede ser peor que el problema, pudiendo elevar el input lag.

Por esto es imprescindible que los televisores cuenten con un input lag muy bajo. Las tecnologías GSync de nVidia y FreeSync de AMD sincronizan los FPS de una manera adaptativa para mantener un input lag muy bajo, por debajo de los 13ms. Como referencia, es recomendable un input lag por debajo de los 20ms, y desde luego nunca superior a 30-40ms, considerado como inaceptable.

Los televisores OLED de LG configuran la latencia de manera automática a través del ‘Modo Automático de Baja Latencia‘ (ALLM o Auto Low Latency Mode).

HDR GiG: qué significa para el mundo del gaming

Por último, hablemos del HDR. En la actualidad existen un buen puñado de alternativas. Dolby Vision, HDR 10, HDR 10+, HLG… todos estos son estándares usados por las productoras de contenidos audiovisuales y que, por tanto, los fabricantes deben compatibilizar con sus propios televisores.

¿Cuál es el correcto? Si un contenido está grabado con HDR Dolby Vision, la mejor opción es utilizar un televisor compatible con Dolby Vision. En cambio, si el contenido está grabado en HDR 10+, entonces la mejor opción será un televisor compatible con HDR10+ (que es un HDR10 mejorado). Al final, dependerá de la cantidad y variedad de títulos y contenidos producidos en un formato HDR u otro. Si es cierto que muchos contenidos producidos en HDR10+ están también disponibles en HDR Dolby Vision, pero no al revés.

Por esta misma razón, HDR GiG es un buen dato a tener en cuenta a partir de ahora. Desde Ubisoft hasta Capcom, pasando por Rockstar o Electronic Arts, la gran mayoría de desarrolladores de videojuegos trabajan sus gráficos con HDR. Los videojuegos con HDR se están desarrollando bajo el paraguas de HDR Gamers Interest Group o GiG. En resumen, contar con un televisor compatible con esta tecnología nos garantiza ver y jugar tal y como los desarrolladores lo concibieron.

Encontrando el perfecto aliado

Quienes buscan nuevos modelos cada cierto tiempo tienen una nueva pregunta: ¿existen televisores OLED por debajo de las 50 pulgadas? Sí. Y es de la marca LG. El LG OLED 48CX6LA es el primer televisor OLED de la gama de las 40 pulgadas. Un televisor idóneo para jugar por tratarse de un TV económico, en comparación con monitores gaming de gran pulgada.

La gran mayoría de televisores incorporan el llamado ‘Modo Juego’. Es una configuración específica en la que el televisor se centra únicamente en reducir el Input Lag y en reducir efectos como el tearing y stuttering. Es decir, se anulan muchas de las funciones de mejora de imagen y procesado y se priorizan los tiempos de respuesta, tiempos de refresco, y se evitan tirones y desgarros en la imagen.

Mejorar unas facetas sacrificando calidad de imagen no es una buena solución. Televisores como el LG OLED series CX y C9, entre otras, mantienen una similitud casi idéntica entre los modos de imagen ‘Modo Cine’ y ‘Modo Juego’, para disfrutar de los videojuegos, no sólo en experiencia gaming —baja latencia, rápida respuesta, con FPS adaptados y sincronizados sin tearing— sino además con una calidad de imagen excepcional. Y en este sentido no podemos olvidarnos del HDMI, un apartado que trataremos a continuación.

La importancia del HDMI

El HDMI 2.1 no sólo está pensado para señales 4K u 8K. También se relaciona con la velocidad de datos y el ancho de banda. Este nuevo estándar permite altas transferencias de fotogramas por segundo (QFT o Quick Frame Transport) y ayuda a que los fotogramas por segundo variables —sincronizados y adaptados procedentes de la tarjeta gráfica del PC o consola—, puedan fluir correctamente por la entrada HDMI y llegar al chip Gsync o Freesync del TV. Esto es lo que se conoce como VRR o (Variable Refresh Rate). Nuevamente, los televisores OLED y Nanocell de LG incorporan conectores HDMI 2.1 (a 48Gbps en los modelos 8K, y de 40Gbps para los modelos 4K).

Los jugadores de videojuegos son usuarios exigentes. Con un ojo entrenado a las tasas de actualización variables y el tiempo de respuesta gris a gris más breve —tiempo que tarda un píxel en transicionar de una sombra gris a otra—, no es fácil satisfacer tales peticiones con un TV cualquiera. LG ha trabajado duro para ello, valiéndose del mejor procesador posible

 

Asimismo, fijémonos en un detalle importante: nuestra salud. Esta nueva serie de televisores OLED de LG satisfacen todos los criterios de pruebas del grupo independiente TÜV. Este certificado garantiza que los televisores OLED de LG emiten una cantidad de luz azul dentro de la banda HEV —High Energy Visible Light, conocida como luz nociva— por debajo del 50% (valores recomendados para cuidar de la salud de nuestros ojos incluso para tiempos de visionado prolongados). Un gran televisor no debería ser solo aquel que muestra las mejores escenas, sino aquel que vela por nuestra vista mientras lo hace.

Imágenes | LG