Antiguamente, y no hablamos de hace tantos años, los principales factores para decidir la compra de un monitor para juegos eran el tamaño y la resolución. Desde un tiempo a esta parte, no obstante, se está prestando una atención casi focal a la velocidad de refresco, hasta el punto de que el número de hercios es incluso más importante que otras consideraciones.
¿Realmente es tan importante este factor? Ciertamente. No nos encontramos ante una moda pasajera, aunque es justo decir que la velocidad de refresco en sí misma no lo es todo. La forma en la que se plasma y otras consideraciones técnicas relacionadas también son importantes, especialmente en el competitivo mundo de los eSports.
Y es que la diferencia entre jugar con un vetusto monitor de 60 Hz y una pantalla de 144 Hz como la del LG 32GK650F-B puede suponer la vida o la muerte. Propia o de nuestro adversario.
Características
- Cuando juegas a 240Hz, cambia la historia.
- Con los monitores gaming de LG podrás disfrutar de la mejor experiencia de juego con la mayor calidad de imagen y sonido. Pensado para los apasionados de los videojuegos.
144 Hz y refresco adaptativo: no es lo mismo, pero tienen mucho que ver
Para comprender la importancia de un refresco elevado, es necesario saber primero qué es el refresco. Explicado de forma muy sucinta, nuestros monitores no son capaces de mostrar una imagen de forma continua(ni siquiera cuando es una imagen fija), sino que lo hacen varias veces por segundo. Esto es lo que conocemos como frecuencia. Un monitor LCD básico regenera las imágenes en pantalla 60 veces por segundo, lo que implica un funcionamiento a 60 Hz.
En una imagen estática como pudiera ser el escritorio de Windows no apreciaremos la velocidad de refresco, sea cual sea (con los antiguos monitores CRT sí era posible, puesto que utilizaban una tecnología totalmente distinta), pero sí vamos a notar las limitaciones de un refresco limitado cuando queramos jugar. Más si nuestro equipo es incapaz de mantener tasas de fotogramas por segundo muy estables y aproximadas a la de refresco.
El problema que presenta una velocidad de refresco limitada es que la pantalla no puede actualizarse a la velocidad necesaria para que nuestro cerebro pueda «construir» una imagen bien definida. Este fenómeno se conoce como pérdida de resolución de movimiento y se acrecienta en los juegos con mucha acción. Si a esto se añade el impacto del tiempo de respuesta (que es el necesario para que un pixel cambie de color), el resultado son contornos mal definidos e imágenes borrosas. Puedes comprobar tú mismo sus efectos usando la famosa prueba de TestUFO.
La mejor forma de evitar esta clase de problemas, tan habituales en los títulos de disparos y algunos indies con auténticas tormentas de píxeles, es optar por un monitor de alta velocidad. Actualmente el estándar para juegos se sitúa en los 144 Hz, que duplica el refresco de los monitores LCD de corte básico y permite disfrutar a tope sin perdernos el más mínimo detalle.
Por supuesto, un monitor de alta velocidad puede presentar problemas cuando la velocidad del juego cae por debajo del refresco, introduciendo problemas como el tearing, que derivan en falta de fluidez (stuttering) y una latencia considerable cuando se intenta atajar con técnicas como la sincronización vertical o V-Sync. Es aquí cuando entran en acción las tecnologías de refresco variable adaptativo como G-Sync (Nvidia) y FreeSync (AMD).
Estos avances permiten sincronizar la velocidad de refresco de la pantalla al frame rate, de forma que si nuestra pantalla funciona a 144 Hz pero el frame rate desciende a 90 FPS, el monitor bajará a 90 Hz de forma automática para conservar la sincronía y mantener tanto el nivel de detalle como la fluidez.
La diferencia fundamental entre G-Sync y FreeSync es que la primera utiliza un hardware especial integrado en el monitor, mientras que la segunda trabaja por software. Por este motivo los monitores G-Sync se consideran una opción más premium.
Por este motivo todos los monitores de 144 Hz incorporan compatibilidad con G-Sync o FreeSync. Poder disfrutar de una imagen en movimiento a 144 Hz es de por sí toda una maravilla que cambia la experiencia de juego, pero el refresco adaptativo es el ingrediente secreto que hace posible mantener sus beneficios cuando cae la tasa de FPS.
La velocidad de refresco y los eSports a nivel profesional
Lógicamente, las ventajas de usar un monitor de alta velocidad se aprecian mejor en un contexto competitivo. Y nadie sabe más de esto que los profesionales de los eSports, cuya pericia y horas de entrenamiento no servirían de nada si tuvieran que medirse con sus contrincantes utilizando pantallas más lentas que sus reflejos.
De esto sabe bastante JaVaaa, uno de los rostros más conocidos de Penguins, equipo patrocinado por LG.
Como parte de esta colaboración, la firma surcoreana ha dotado al equipo gallego con sus últimos y más destacadas pantallas gaming. Monitores de alto rendimiento que, como los 27GK750F y 32GK850G, son auténticas herramientas de trabajo para profesionales como JaVaaa.
Este destacado jugador de League of Legends lo tiene claro. Es un factor a tener en cuenta para jugar a shooters o juegos que requieren movimientos bruscos, señala JaVaaa, que deja claro el protagonismo de este componente en la escena competitiva: «[el monitor] tiene una gran importancia al igual que los periféricos, pues es una de las herramientas que usas para desempeñar tu trabajo, al igual que las botas o las espinilleras de un futbolista».
Cabe señalar además que los jugadores de eSports tiene muy regulados sus monitores. Utilizar pantallas con relaciones de aspecto inusuales podría otorgarles una ventaja competitiva, por lo que en sus campeonatos de League of Legends utilizan monitores Full HD de 24 pulgadas y un mínimo de 144 Hz. Su resolución, menos exigente que otras a nivel de recursos, ayuda a mantener un rendimiento elevado y constante.
Como decíamos, este mayor énfasis en el refresco no es un capricho.Como tampoco lo son las prestaciones avanzadas de las pantallas gaming. «Es cierto que los monitores de hoy en día están mucho más adaptados para el correcto rendimiento de los juegos que se presentan para PC», asevera JaVaaa, que desde su posición como profesional de los eSports tiene una tribuna destacada para presenciar los últimos avances en materia de rendimiento y calidad de imagen.
¿Y qué clase de pantalla busca JaVaaa cuando no está de gira? «Busco que sean fluidos a la hora de ejecutar lo que el juego requiere y que me permita disfrutar de una gran experiencia sin cansarme la vista», motivo por el cual se hace indispensable la elección de una pantalla de refresco elevado. Tanto dentro como fuera de la competición.
Prestaciones de eSports también para casa
La mayoría de los jugadores, no obstante, están lejos de los focos de los estadios. Disfrutan de los eSports en su propia casa, lo cual permite una serie de lujos que los profesionales no se pueden permitir. Por ejemplo, utilizar pantallas UltraWide con mayor visibilidad lateral y resoluciones mucho más elevadas, pudiendo disfrutar al máximo de los gráficos mientras el refresco adaptativo se encarga de mantener una fluidez adecuada.
El uso de un monitor UltraWide no es de una importancia crítica para los MOBA, pero puede suponer una mejora competitiva fundamental en los juegos en primera, puesto que incrementan nuestra visión periférica un 32%. Es el caso del LG 32GK850G-B, una pantalla 21:9 de 31,5 pulgadas y 2560 x 1440 píxeles cuyas prestaciones resultan muy interesantes para los aficionados a los FPS.
Si por el contrario somos fans de la estrategia, los MOBA o simplemente preferimos una relación de aspecto más convencional, podemos optar por monitores Full HD de alto rendimiento como el LG 24GM79G-B, de 24 pulgadas. Como opción superior y sin salir del formato 16:9 podemos encontrar el LG 32GK650F-B, que eleva su tamaño hasta las 31,5 pulgadas y posee una resolución de 2560 x 1440 píxeles para sacar el máximo partido a los juegos visualmente más impactantes.
Todos estos modelos funcionan a 144 Hz y ofrecen compatibilidad con la tecnología de refresco variable, por lo que no solo podremos disfrutar de la nitidez propia de un monitor profesional, sino que pueden mantener la máxima fluidez incluso cuando se reduce la tasa de fotogramas.
Y es que los profesionales de los eSports pueden ser el rostro visible del gaming competitivo, pero al final los usuarios domésticos pueden disfrutar tanto más que ellos gracias a los monitores de última generación.
Imágenes | LG