Cuando hablamos del procesador de un dispositivo solemos pensar en ordenadores o smartphones en lugar de televisores. Sin embargo, algunos de los televisores OLED 4K de esta generación ya incluyen un procesador capaz de mejorar la imagen y añadir IA al televisor. Exacto, como el mejor de los smartphones. Eso sí, elegir procesador es un punto importante a la hora de buscar televisor, como en su momento lo fue elegir entre LCD o LED.
La potencia de cálculo está ayudando a optimizar muchos electrodomésticos como lavadoras o frigoríficos, pero es en el televisor en el que más se aprecian las mejoras que aporta un chip de 14 bits como el α9 (Alpha 9). Si estás buscando un nuevo televisor para tu vivienda, en este artículo encontrarás algunas claves sobre lo que ofrece un procesador en el TV.
- Inteligencia Artificial Real
- Procesador Inteligente α9 de 14 Bits
- 100% formatos HDR del mercado
- Procesador Inteligente α7 de 12 Bits
- Sonido Dolby Atmos Full 360º
- Negro puro, colores más brillantes
¿Cómo se integra α9 en las pantallas OLED?
Es muy probable, cuando buscamos televisor, que la luminosidad, el tamaño de la pantalla, o los reflejos sean factores a tener en cuenta a la hora de comprar. Hace tiempo las pantallas de tubo catódico fueron desplazadas por la tecnología de plasma, o que el LCD hiciese lo propio con esta última. La tecnología OLED (diodo orgánico de emisión de luz) ha acabado reinando.
Dentro de la gama OLED de LG tenemos todo tipo de diagonales y calidades de emisión hasta 4K reales. Al igual que los amantes de la música invierten en unos auriculares con reducción de ruido, aislamiento y ecualización, aquellos que disfrutamos del cine en casa buscamos pantallas que —mediante una combinación de hardware y software— nos ofrezcan una gran calidad de imagen.
La tecnología LED ya había introducido mejoras con respecto al plasma, especialmente en color, nitidez, ángulo de visión y consumo eléctrico, entre otros. Las pantallas OLED, al no contar con una capa de retroiluminación al fondo del televisor, llevan esta mejora mucho más allá y consiguen que los colores sean generados con mucha más exactitud y, por tanto, mucho más definidos.
Como veremos a continuación, es sobre estas pantallas en las que, añadiendo un proceso extra de procesamiento de la imagen en tiempo real, seremos capaces de mejorar aún más la calidad de emisión. Así, evitaremos colores apagados por la cámara que los captó, bajas tasas de refresco en la emisión de la señal o frames poco definidos que den lugar a estelas. Y todo esto lo hace un procesador integrado.
¿Para qué añadir “cerebro” al televisor?
La calidad de la imagen en un televisor depende de un gran número de factores. Por ejemplo, la cámara con la que se grabó el programa que ves, la velocidad de emisión de la plataforma o canal, la velocidad de conexión a la red, la iluminación exterior, o el tipo de pantalla de que disponemos, entre otros.
The binge report, el resumen que muestra qué programas se ven más en streaming, coloca la serie Friends como el tercer programa más visto, en concreto en la plataforma Netflix. Sin embargo, esta serie se rodó entre 1994 y 2004 con cámaras de una calidad ínfima comparada con las actuales.
En un televisor convencional veremos la misma imagen que se emitió hace ya más de 24 años. En un televisor OLED disfrutaremos, además, de mejoras en el color, la exposición, la profundidad o el brillo de las zonas oscuras. Si a esto añadimos un procesador como el α9 de LG, tendremos una calidad de imagen imposible en 1994 pero factible hoy día gracias a la tecnología.
Cuando se habla de “películas remasterizadas” se hace referencia a aquellas que han sido tratadas frame a frame para mejorar la imagen o audios originales. Algunas incluso son pintadas y dejan de ser películas en blanco y negro.
Incluir un procesador va más allá de hacer que el televisor cuente con un asistente virtual con el que interactuar. Un procesador como Alpha 9 permite que buena parte de esos retoques fotográficos los realice el propio televisor, en local, mejorando todo lo que se emite.
¿Cómo mejora la calidad de imagen un chip?
Para explicar cómo consigue un chip de pequeño tamaño y bajo consumo una gran mejora de la calidad de imagen, vayamos a una escena muy conocida: un partido de fútbol. Nos guste o no este deporte, quienes hemos visto algún partido en un televisor convencional nos hemos dado cuenta de varios puntos con respecto a la calidad de imagen:
- En ocasiones, los jugadores aparecen borrosos en la imagen, y parte de los colores de sus camisetas, especialmente si corren rápido, se funden con el césped.
- Esto hace que sus números no siempre sean reconocibles. Aunque las cámaras son cada vez más precisas, la velocidad de los jugadores por el campo hace que en la pantalla sea complejo distinguirlos en todo momento.
- En jugadas rápidas y televisores que no ajustan los fps (imágenes por segundo) puede parecer que las piernas y el balón avanzan a trompicones. En ocasiones más rápido, en otras más lento, pero sin sensación de fluidez.
¿Hay algún modo de solucionar todo esto, mejorando la calidad de imagen y haciendo más fluido el partido o la escena de persecución policial en nuestra película de acción? ¿O de hacer más nítida la noche de esa serie de miedo que nos ha enganchado? Lo cierto es que sí: el procesador α9 de LG.
Sin irnos a otros retoques de la imagen como los que veremos abajo, el simple hecho de adaptar los fps de la emisión aporta un nivel de calidad que otros televisores son incapaces de mostrar. En la imagen de arriba la bola ni siquiera ha sido golpeada por una raqueta (velocidades de cientos de kilómetros por hora), sino que está siendo botada contra el suelo en el saque.
Y, sin embargo, somos capaces de percibir cómo el contorno, los colores o el brillo del objeto en movimiento ganan definición simplemente con ajustar los frames por segundo. ¿Y si, además, ayudamos a corregir imágenes con ruido, distorsionados o grabados con cámaras de hace años?
La combinación de inteligencia artificial y el procesador
La inteligencia artificial ha llegado a los televisores LG, y con ella la posibilidad de interactuar con ellos de forma inteligente. Solicitar apagado a determinada hora, hacer consultas gracias al motor de Google Assistant o solicitar contenido. El procesador juega un papel importante a la hora de analizar las palabras del espectador, así como de llevar a cabo la orden.
En el vídeo de arriba podemos ver alguno de los usos básicos de la IA de estos televisores, que poco a poco van ganando en capacidades a medida que los desarrolladores incluyen nuevas herramientas. Si algo resulta interesante en inteligencia artificial es la posibilidad de mejorar sin cambiar el hardware (una vez localizado uno compatible).
Retoque fotográfico en tiempo real en el televisor
La iluminación del cuarto donde tenemos el televisor es clave a la hora de situarlo. Nadie quiere tener una ventana en el reflejo que se muestre como una vertical de brillo que nos impida disfrutar de las escenas más oscuras. Con pantallas como las OLED de LG, que muestran un negro puro, esto pasa a un segundo plano. Más aún si nuestro televisor es capaz de realzar los tonos.
El chip α9 lleva más allá la generación de colores, orientando los mostrados a un patrón de color más cercano al natural. Así, un bosque como el que vemos en la imagen de abajo puede haber sido captado con una cámara de calidad media (arriba izquierda) pero su imagen puede ser tratada para eliminar el ruido generado por la dispersión de la luz (abajo derecha), consiguiendo contrastes más realistas y un color natural:
Operaciones matemáticas como la que se muestra de ejemplo son las que el procesador Alpha 9 hace constantemente, mejorando en tiempo real la imagen sin un gasto apreciable de energía.
De hecho, los televisores OLED de LG forman parte de Smart Green, el reto ecoeficiente de LG con el que se busca reducir el CO2, el consumo energético o el uso de agua.
Imágenes | iStock/PRImageFactory